El 20 de junio de 1963, hace exactamente 43 años, se establecía una línea directa, popularmente conocida como teléfono rojo, entre la Casa Blanca estadounidense y el Kremlin soviético. El invento vino propiciado por el hecho de que durante la Crisis de los Misiles de Cuba a principios de 1962 se tardaran casi doce horas en recibir y decodificar mensajes vitales entre los soviéticos y los norteamericanos, lo cual estuvo a punto de conducir a ambos países al desastre nuclear total. El sistema del «teléfono rojo» no era de hecho un teléfono sino una serie de teletipos, que empleaban un cifrado de un solo uso (one-time pad o máscara desechable) para comunicarse directamente. Las claves se enviaban por valija diplomática. En 1967 se usó el teléfono rojo por primera vez durante le crisis árabe-israelí. No fue hasta 1970 cuando se convirtió finalmente en un teléfono de voz de línea directa. (¡Gracias por el recordatorio, José Luis de GTI!)