Con unas gafas que siguen el movimiento de los ojos se puede saber dónde está mirando en todo momento un pianista mientras está tocando el piano. Es bastante sorprendente que sean capaces de ver algo con tanto ir y venir de la cabeza y de la manos y alternar la atención entre la partitura, el teclado, las manos y volver a la partitura “sin perderse” por el camino.
El vídeo compara además la interpretación de Daniel Beliavsky, pianista experto, y de Charlotte Bennett, estudiante de piano; y revela las diferencias: por ejemplo, Charlotte, la estudiante, dedica más atención a sus manos y a las teclas (a “comprobar dónde están”) que a seguir la partitura; mientras que el experto apenas mira ni el teclado ni sus manos y la mayor parte del tiempo está mirando la partitura, lo cual se nota especialmente al interpretar una partitura menos conocida.
Vía Flowingdata.