Por @Alvy — 16 de mayo de 2019

Este cuadricóptero se muestra impasible tras esquivar los balonazos que le lanzan los técnicos con ahínco. Están probando un sistema para evitar obstáculos consistente en utilizar imágenes de unas cámaras auxiliares para detectar los «peligros». Es un trabajo del Grupo de Percepción y Robótica de la Universidad de Zurich (Suiza).

El dron a veces está en movimiento (intentando llegar de A a B en el menor tiempo posible), a veces parado. Cuando detecta un balón que se dirige hacia él y puede impactar, realiza una maniobra para esquivarlo. Tal ágil como efectivo.

En las pruebas se utilizan distintos tipos de cámaras, a veces sencillas, a veces en visión estereoscópica. Las imágenes se examinan fotograma a fotograma para calcular cuál es la velocidad máxima de reacción, que suele oscilar entre 6 y 9 m/s para el «proyectil» en cuestión. Si es más que eso, se traga el balonazo, pero por debajo del máximo no se le da nada mal salir airoso.

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