El sistema de vuelo autónomo para drones de competición desarrollado por un grupo de investigadores combina métodos de percepción (basado en redes neuronales) y de control que permite a los drones moverse en entornos cambiantes.
De este modo los drones pueden recorrer distintos circuitos de competición con una precisión "del 100 por cien", incluso si en plena carrera se modifica o se introduce un obstáculo.
Según Wired los drones de competición autónomos todavía son algo lentos en comparación con los drones de competición pilotados por humanos, "pero a partir de aquí serán más rápidos".
"Creemos que en un futuro próximo los drones de carreras totalmente autónomos serán capaces de competir contra pilotos humanos. Sin embargo el desarrollo de un avión teledirigido de carreras que sea totalmente autónomo resulta complicado por los desafíos que suponen el modelado dinámico, la percepción procesada a bordo, la localización y el mapeo, la generación de trayectorias y la ejecución de maniobras óptimas", explican los investigadores.