Los estepicursores son aquellas especies de plantas que una vez fecundadas circulan de lado a lado para esparcir sus semillas. Son las típicas bolas rodantes que asociamos con las películas del oeste.
Pero por lo visto son unas plantas la mar de chungas. No sólo absorben un montón de agua y nutrientes mientras están creciendo sino que además cuando mueren y su «esqueleto» empieza a circular por ahí para esparcir las semillas pueden causar el caos. Son capaces, por ejemplo, de engancharse unas con otras hasta cubrir casas y pueblos. Hasta el punto de tener que utilizar medios mecánicos para retirarlas. Son también altamente inflamables y en el caso de un incendio pueden ayudar a expandirlo porque la corriente de aire ascendente que genera puede hacerlas saltarse cualquier tipo de cortafuegos.
Luchando contra una invasión de bolas rodantes en Clovis, Nuevo México – U.S. Air Force photo/Senior Airman Ericka Engblom
De hecho los Estados Unidos, Canadá y México llevan más de cien años luchando contra ellas –allí son una especie invasora que se cree que llegó de Rusia en medio de otras semillas– sin éxito a la vista.
Quién lo diría. Con lo monas que parecen en las pelis.
(Gracias, Javier).