La tecnología desarrollada por Poulsen Hybrid® se define como un “sistema asistente de potencia”. Básicamente consiste en añadir un par de motores eléctricos en las ruedas traseras de cualquier vehículo convencional con motor de gasolina o diésel allí donde va la llanta vista o el embellecedor del tapacubos.
Cada uno de esos motores eléctricos desarrolla una potencia de unos siete caballos, 14 en total
El desarrollo del sistema se basa en que sólo se necesitan 10 o 15 caballos para mantener una berlina compacta o media circulando en autopista a una velocidad mantenida de entre 100 y 120 Km/h. Por tanto una relativamente pequeña cantidad de potencia eléctrica sería suficiente para realizar entre el 70 y el 85 por ciento de un trayecto normal, en el que únicamente se utilizaría el motor de gasolina durante el arranque inicial o cuando sea necesario disponer de potencia para acelerar o superar pendientes.
Probablemente se refiere a una “conducción noraml” en EE UU o en trayectos por autopista, mientras que se antoja bastante inútil en ciudad que es precisamente donde los coches consumen más.
Sin embargo me parece una idea brillante y digna de mención, sea cual sea el resultado.
El “kit de conversión” incluye ambos motores, baterías y cargador y todo lo necesario para completar la instalación con tres o cuatro horas de trabajo. Los 3.300 dólares que cuesta sólo se podrían rentabilizar en términos de ahorro en emisiones y no de ahorro de combustible.
(Vía EcoGeek.)