Las obras de la central de Garoña empezaron en 1966 y acabaron en 1970. Imagen: Nuclenor
El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha decidido hoy que la central de Garoña está en condiciones de seguir activa. Sus propietarios son Endesa e Iberdrola al 50%, quienes la explotan bajo la empresa Nuclenor.
Abierta en 1970, Garoña es la central más antigua de España y ha presentado un Plan integrado de evaluación y gestión del envejecimiento (PIEGE). La petición de prórroga es de 10 años, aunque el CSN no desvelará hasta el lunes los detalles del informe.
Soitu abordó hace poco el tema desde otros puntos de vista de los clásicos de yo soy nuclear y yo soy antinuclear.
Llama especialmente la atención el dato que da Luis Atienza, presidente de Red Eléctrica de España, conforme esta central representa un 1% de toda la potencia instalada en España. También pone en duda que se encarezca la factura eléctrica si se clausura.
Sin embargo, la Asociación de ingenieros Tecniberia se posiciona a favor de renovar la licencia con el argumento, entre otros, de que subiría la factura de la luz.
Por su parte, la AMAC, la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares pide que, independientemente de la decisión del CSN, se diseñe un plan económico alternativo para la zona.
Tras las explicaciones del CSN sobre las condiciones y plazos que deberá cumplir Garoña, este lunes también hay una convocatoria de cinco grupos ecologistas para dar su punto de vista.
El informe del CSN sólo sería vinculante si hubiera decidido clausurar la central. Ahora, la última palabra la tiene el ejecutivo y el plazo para decidir el futuro de Garoña acaba justo en un mes, el próximo 5 de julio. Cabe suponer que será un mes de presiones intensas.