A los que vivimos en una parte de un país en la que el horario oficial va tan desfasado respecto al solar que probablemente sería más razonable que siguiéramos el horario de un país vecino con una hora menos de diferencia respecto a la hora solar eso de que el horario de verano sirve para ahorrar energía eléctrica al utilizarse menos iluminación siempre nos ha sonado un poco como a ciencia ficción, ya que utilizamos exactamente las mismas luces y durante el mismo tiempo antes y después del cambio.
Lo cierto es que según se puede ver en las numerosas referencias que incluye la página al respecto de la Wikipedia nunca ha habido pruebas demasiado contundentes que sostengan lo de ese supuesto ahorro y sí mucho debate al respecto, debate cada vez más intenso porque la premisa en la que se basa ese supuesto ahorro está a su vez basada en hábitos de consumo que ya se han quedado anticuados, ya que en la actualidad ya no es la iluminación incandescente el origen del mayor consumo de electricidad sino otros electrodomésticos como aparatos de aire acondicionado, televisiones, ordenadores, cocinas, hornos microondas, y similares, que consumen lo mismo independientemente del cambio horario.
Y aún en el caso de la iluminación, cada vez hay más lugares que usan alumbrado artificial por las noches para poder extender sus horarios de actividad y sitios en los que hay alumbrado de seguridad desde el anochecer hasta el amanecer, casos en los que el horario de verano no ayuda para nada.
Por si fuera poco, según se puede leer en Daylight Saving Wastes Energy, Study Says, un estudio realizado en el estado de Indiana, donde hasta el año pasado sólo 15 de sus condados cambiaban el horario en verano, ha permitido averiguar que este año, el primero en el que los 92 condados del estado han adoptado el horario de verano, el consumo de energía en realidad ha crecido, probablemente debido a que en las tardes más largas las casas se calientan más y la gente tiende a subir más precisamente el aire acondicionado, lo que les ha costado unos 8,6 millones de dólares adicionales.
Así que vale, puede que disponer de más horas de luz solar -a quienes les toque- para aprovechar a lo largo del día nos ponga de mejor humor y todo eso, pero cada vez parece más difícil de justificar lo del horario de verano en virtud de ese supuesto ahorro de energía.
(Vía Astroprof's Page.)