Un centenar de investigadores de trece universidades de seis países europeos trabajan en la producción de hidrógeno mediante el programa Solar-H, coordinado por la universidad sueca de Uppsala.
Trabajan en dos grandes líneas. La biomimética o copiar a la naturaleza para conseguir fotosíntesis artificial y la producción de hidrógeno mediante organismos vivos.
El cianobacterio (alga verde-azul) es idóneo, ya que "resiste temperaturas bajo cero y hasta 70 grados positivos", explicó Matthias Rögner, de la Ruhr Universidad de Bochum, al diario El Punt.
Los investigadores concluyen hoy un encuentro en Cambrils (Tarragona) y el balance es positivo. Calculan que en unos 10 años, "podremos ser capaces, a través de procesos articulados, de generar la reacción que transforme el agua en hidrógeno y oxígeno. Acudimos a la naturaleza para ver cómo lo hace", resumió Stenbjörn Styring, coordinador del proyecto.