Si hay quien consideró un exceso lo que hizo Paul McCartney al enviarse un vehículo híbrido por avión desde Japón atención a esta aberración que supera todos los récords: Un Lamborghini que fue enviado desde Qatar a Londres, y vuelta, para un... cambio de aceite. Más detalles en el tabloide británico The Sun.
Como dijo un empleado del aeropuerto: «este envío más que una huella de carbono tendría un crater de carbono». No hace falta ser muy inteligente para entender que incluso hubiera sido más «eficiente» enviar a Qatar a dos mecánicos con todo el aceite que fuera necesario... en vez de «enviar la montaña a Londres».
Al parecer este tipo de cosas suceden más a menudo de lo que parece pero el público no se entera: los clientes son los clientes, y si pagan se hace. El coste del envío fue al menos de unos 30.000 euros... a lo que habría que añadir el cambio de aceite.