Tramo del GR-92 (sendero de Gran Recorrido)
para pasar la autovía de Tarragona
Este tubo es en realidad un tramo del GR-92, un sendero de 583 kilómetros que recorre toda la costa catalana de punta a punta. La construcción del segundo cinturón de Tarragona, la A-7, cortó el GR y ya se ve que hubo que apañarse.
Las entidades excursionistas se ocupan, altruista y voluntariamente, de la señalización y el mantenimiento de los GR. La Federación de Entidades Excursionistas de Catalunya (FEEC) me puso en contacto, muy amablemente, con el técnico responsable de ese tramo, Joan Marqués y con el coordinador de senderos de Catalunya, Josep Casanovas.
Marqués tenía tres alternativas, las tres WTF, dicho sea de paso, para cruzar la autovía. Una, dar un rodeo de dos kilómetros pasando por una masía okupada que tiene perros agresivos sueltos. Dos, pasando por sifones de la canalización del etilenoducto -con desniveles fuertes, temblores y demás cosillas propias del etileno y tres, pasar por el tubo de desagüe de la carretera.
Casanovas me explicó que el GR-92 es el que sufre más incidencias de todos. Al reseguir la costa, topa con infraestructuras -el cuarto cinturón de Barcelona es una de sus bestias pardas- y con el cemento de las urbanizaciones. Y eso que, por ley, no se puede cortar ningún sendero de gran recorrido.
Por suerte, el GR-92 formará parte de la red de caminos del futuro Arco del Mediterráneo europeo, con la matrícula E-10 y eso puede ayudar a su conservación.