El monitor indica un consumo de 430 w. Sólo apagar un televisor que no se está viendo supone más de 100 w de ahorro.
Hace unos meses mencionamos un interesante monitor en tiempo real del consumo eléctrico para instalar en casa. Ahora hemos tenido ocasión de probar el monitor energético inalámbrico de OWL.
El monitor energético consta de dos partes, un emisor y un receptor, que se conectan entre sí por señal de radio. El emisor es muy fácil de instalar, lleva una abrazadera que simplemente se coloca alrededor del cable general del cuadro eléctrico de la casa. No hay que tocar nada más: el emisor empieza a funcionar y al momento el receptor capta la señal y muestra los datos en pantalla.
Aunque la instalación de la pinza es muy sencilla es peligroso manipular el cuadro eléctrico y puede suceder que esté precintado por la compañía; puede ser más sencillo instalarlo en el cable del contador de la luz. En caso de duda pide ayuda a un profesional.
La pinza se coloca alrededor del cable principal de la casa.
Utilizando ese dato además el monitor energético calcula y muestra el coste en euros y en emisiones de CO2 equivalentes por cada hora --en este último caso se puede cambiar a toneladas por año. Para esto es necesario configurar la moneda y el coste del kWh, que en el caso de España es de unos 12 céntimos de euro con impuestos. En la parte inferior del monitor se indican alternativamente la humedad y la temperatura.
El simple hecho de hacer visible el consumo, sobre todo si se traduce a dinero, ya es un incentivo para desconectar todo aquello que no se está utilizando o que no es estrictamente necesario y así ver como se reducen las cifras de gasto, contaminación y coste. También permite detectar anomalías en el consumo si algún aparato o luz que se ha quedado encendida por descuido. Opcionalmente se puede configurar una alarma de aviso si se produce más consumo del establecido.
Según el fabricante el monitor energético tiene un 95% de precisión en la medición de consumo.
