Funafuti, una de las nueve islas de Tuvalu. Foto: NASA.
Las micro islas de Tuvalu son famosas desde que en 1998 vendieron su dominio .tv a las televisiones privadas y lo convirtieron en su casi única fuente de ingresos. Pero también son conocidas por ser de las primeras voces en alertar sobre los riesgos del cambio climático. El estado más pequeño del mundo tras el Vaticano está formado por nueve islas, con una elevación máxima de 4 metros sobre el nivel del mar, así que temen ser engullidas bajo el océano Pacífico en 50 años.
En los últimos 12 años, el nivel del mar de Tuvalu aumentó 10 centímetros, según el South Pacific Sea Level and Climate Monitoring Project y el aumento duplica el promedio global pronosticado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), como recoge el artículo de Inter Press Service Una pequeña lucha por sobrevivir.
Apisai Lelemia, el primer ministro de Tuvalu, dirigió un crítico discurso a las Naciones Unidas pidiendo ayuda y concienciación. A través de la organización Alofa Tuvalu, con sede en París, las micro islas desarrollan desde el 2004 el programa Small is beautifoul a diez años, para reconducir la situación y ser un ejemplo a nivel planetario.
Así, se ha construido un generador de biogás a base del estiércol de 60 cerdos para producir combustible para las cocinas. Está previsto poner en marcha otro que use residuos humanos. Más de 40 isleños se han formado en energías renovables y está en marcha un proyecto de biodiesel a base de palma de coco. También se intenta reducir la dependencia de las importaciones de alimentos.
Sin embargo, los habitantes de Tuvalu pueden ser los primeros refugiados ambientales del mundo. La vecina Nueva Zelanda ya recibe 75 exiliados al año, mientras que Australia se niega a acogerlos.