Por Nacho Palou — 30 de junio de 2017
En resumen,
- La historia del bolígrafo espacial que costó millones de dólares desarrollar, cuando era más fácil usar un simple lápiz. No, nadie quiere lápices soltando fragmentos y polvo de grafito en una nave espacial.
- El Big Bang no es el origen de todo, sino más bien es “un momento en el que el orden del Universo cambió drásticamente.” Pero hay indicios de que antes del Big Bang había algo, aunque no se sabe el qué.
- No explotas si sales al espacio sin traje, antes de sufrir ninguna otra cosa mueres asfixiado.
- Los meteoritos no llegan a la Tierra como en las películas, entrando como elefante en cacharrería. Cada año alcanzan la Tierra entre 18.000 y 84.000 meteoros y la mayoría son tan pequeños que ni siquiera alcanzan la superficie (no llegan a meteorito.)
- Los agujeros negros no engullen “todo incluso la luz”. Aunque “se quedan” con cualquier cosa que traspase su umbral su masa no es infinita, y por tanto la capacidad de atracción de un agujero negro es limitada. “Si el Sol fuera un agujero negro de masa equivalente el Sistema Solar seguiría en su sitio, aunque pasaríamos un poco de frío.”
- El Sol no es amarillo. Es más bien “una bola blanca con cierto tono anaranjado”.
- La Gran muralla de China no se ve desde el espacio a simple vista. Lo saben hasta en China.
- Las imágenes que conocemos del espacio (de galaxias, estrellas, o de los Pilares de la creación) en realidad son “interpretaciones artísticas” desarrolladas a partir de datos científicos. El Hubble, por ejemplo, sólo toma fotografías en blanco y negro. Photoshop científico.
- En el espacio nadie puede oír tus gritos, pero que no se puedan oír no significa que no se puedan transmitir porque el espacio no está totalmente vacío: hay partículas de polvo y de gas y hay zonas donde hay suficiente cantidad como para transmitir ondas de sonido. Pero se transmite a una frecuencia demasiado baja como para que sea perceptible.
- Es poco probable que podamos viajar a otras estrellas hasta que demos con la tecla para otro tipo de tecnología de propulsión, como la antimateria; pero hoy por hoy en la Tierra no hay recursos suficientes para producir todo el combustible que sería necesario para viajar a una estrella cercana con los vehículos actuales.