Por @Wicho — 17 de marzo de 2022

Carta en la que se le comunica a Dmitri Rogozin la suspensión de la misión – ESA
Carta en la que se le comunica a Dmitri Rogozin la suspensión de la misión – ESA

Se veía venir después de la ruptura de relaciones entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y Roscosmos a causa de las sanciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania pero ahora ya es oficial: el consejo de gobierno de la ESA ha decidido suspender la misión ExoMars ante la manifiesta imposibilidad de seguir adelante con la colaboración con la agencia rusa.

El consejo ha autorizado al Director General de la ESA a llevar a cabo un estudio industrial acelerado para definir mejor las opciones disponibles para llevar a cabo la misión del rover ExoMars… pero en la práctica, y me gustaría mucho equivocarme, esto es el fin de la misión.

No es que la agenda de cohetes con la potencia necesaria disponible esté muy libre pero se podría conseguir un hueco para sustituir el Protón que iba a lanzar la misión. El problema es que Rosalind Franklin, el rover de la misión, no puede aterrizar por sí mismo. Para ello necesita la plataforma de aterrizaje Kazachok que ponía Roscosmos, igual que el cohete lanzador.

Impresión artística de Rosalind Franklin y Kazachock recién aterrizados en Marte – ESA/Roscosmos
Impresión artística de Rosalind Franklin y Kazachock recién aterrizados en Marte – ESA/Roscosmos

Construir otra plataforma a partir de casi cero es un proceso largo, así que sin duda no estaría lista para la ventana de lanzamiento de 2024-2025, con lo que habría que empezar a pensar en 2027. Con suerte. Y es una proposición costosísima a la que habría que añadir el coste de almacenar en condiciones el rover hasta entonces.

Dmitri Rogozin, en su línea bravucona habitual de las últimas semanas, viene a decir que Europa se lo pierde y que en unos años Rusia construirá y lanzará una copia de Kazachok en un cohete Angará (que aún no está en servicio) rumbo a Marte. Pero duplicar Kazachok sin un rover tampoco tiene demasiado sentido, aunque es cierto que es una plataforma instrumentada, con lo que Rusia por fin podría por fin poner con éxito un aterrizador sobre Marte. O no. Que yo creo que más bien no porque no va a estar el horno para bollos.

Es una verdadera lástima para una misión en la que hay invertidos casi veinte años de trabajo y esfuerzo, por no hablar de cantidad de millones de euros y rublos, en especial ahora que parecía que por fin iba s ser lanzada.

El director de la ESA también ha sido autorizado para buscar opciones para el lanzamiento de satélites que iban a ser lanzados en cohetes Soyuz pero ya no. Esto incluye los satélites Galileo M10 y M11, el telescopio espacial Euclid, el satélite de observación terrestre EarthCARE, y otra carga institucional más de la que no dan detalles.

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