La misión VA241 de Arianespace, en la que un Ariane 5 ECA tenía que poner en órbita los satélites de telecomunicaciones Al Yah 3 y SES-14, casi termina en desastre por un desvío en la trayectoria de lanzamiento que dejó ambos satélites en órbitas distintas a las planeadas.
Y es que aunque el funcionamiento de los motores del Ariane 5 fue normal pocos segundos después del despegue empezó a verse que el cohete se estaba desviando al sur de la trayectoria prevista. Así, apenas diez minutos después del lanzamiento, se perdió el contacto con él porque no estaba donde las estaciones de seguimiento suponían que tenía que estar.
A partir de ahí el control de la misión ya no volvió a recibir ningún dato del cohete y, lo que es peor, tampoco de los satélites en el momento en el que se suponía que éstos tenían que estar en órbita y comunicándose con tierra.
Fueron unas horas de nervios hasta que por fin, utilizando unos modos de búsqueda más amplios, las estaciones de seguimiento pudieron entrar en contacto con ambos satélites y confirmar que estaban en órbita y en perfecto estado de funcionamiento. Sólo que en vez de en una órbita con una inclinación de 3 grados al Ariane 5 los dejó en una órbita con una inclinación de casi 21 grados.
Esto hará que tarden más tiempo del previsto en alcanzar su órbita definitiva y que tengan que gastar más combustible para llegar allí, lo que a la larga podría acortar sus vidas operativas, ya que necesitan el combustible para mantener su posición en órbita. Pero al menos no se han perdido.
En la NASA también respiran aliviados, por cierto, porque el instrumento GOLD, que tiene como objetivo estudiar los efectos de la variabilidad solar y de la atmósfera en el clima espacial de la Tierra, viaja a bordo del SES-14.
Quienes igual no están tan tranquilos son los próximos clientes de Arianespace, que sin duda querrán que alguien les explique qué ha pasado antes del siguiente lanzamiento. Para esto la empresa ha creado un comité para aclarar lo sucedido en el lanzamiento VA241.
Este fallo, aunque sea parcial, marca el fin de una cadena de 82 lanzamientos sucesivos sin problemas desde 2002 y habrá que ver cómo afecta a los planes de hacer siete lanzamientos de Ariane 5 en 2018.