Por @Wicho — 28 de junio de 2023

Me ha parecido interesante este vídeo del astronauta de la NASA Woody Hoburg en el que explica cómo se puede ajustar un traje espacial (EMU, de Extravehicular Mobility Unit, Unidad de movilidad extravehicular) a la persona que lo lleva sin desmontarlo. Es, salvando todas las distancias, como cogerle los dobladillos a un pantalón cuando te das cuenta de que las piernas son un poco largas. O los puños a las mangas.

En él muestra unos anillos de ajuste que se pueden poner en las piernas –y en las mangas aunque no lo muestre– que permiten acercar o alejar más las botas de la rodilla o los guantes del codo; las distintas piezas de piernas y brazos se fabrican en varios tamaños que se pueden combinar según lo que necesite quien los vaya a usar y el ajuste fino se hace con esos anillos. Las botas vienen en dos tallas distintas con tres tamaños de insertos, con lo que dan para hasta seis combinaciones.

Enseña también una correa que sirve para ajustar la distancia a la que queda el «pantalón» del traje de los hombros. Y de hecho esa es la distancia que está ajustando él, pues en su anterior paseo espacial le pareció que le quedaba demasiado justo. Cambiando la longitud de esa correa añade unos 2,5 centímetros de espacio.

La única pieza de los EMU que se hace a medida son los guantes, por cierto.

¿Y si a pesar de todo no es la talla correcta?

El problema está en si te das cuenta de que el traje te queda demasiado grande. Cuando estás en el planeta vas a la tienda a cambiarlo por uno de otra talla o lo devuelves a Amazon. En el espacio no puedes hacer eso.

Para eso las EMU tienen tres tamaños de torso: mediano (M), grande (L) y extra grande (XL). Están diseñados para servir para personas entre los percentiles 5 y 95. Y son unisex. Pero cambiarlos es más complicado, ya que necesitas como un día para quitar uno, montar otro, y probar el traje.

Ese fue precisamente el problema cuando en marzo de 2019 Christina Koch y Anne McClain iban a llevar a cabo el primer paseo espacial protagonizado por dos mujeres. Durante los entrenamientos en la piscina del Neutral Buoyancy Laboratory (NBF) McClain probó trajes con torsos M y L y basándose en esos entrenamientos decidió utilizar un torso de talla L. Pero después de su primer paseo espacial se dio cuenta de que un torso L era demasiado grande para ella y que en realidad necesita un M.

Anne McClain saliendo al espacio por primera vez
Anne McClain saliendo al espacio por primera vez – NASA

Así que en vez de hacer ese paseo espacial com un traje en el que estaba incómoda la opción escogida fue que la sustituyera Nick Hague, a quien le iba bien el torso L, pues la agenda de actividades en la Estación Espacial Internacional (EEI) está tan ajustada que perder un día en cambiar el torso iba a descoyuntar muchas cosas más.

Por eso hubo que esperar a octubre de ese año para que Christina Koch y Jessica Meir completaran sin problemas ese primer paseo espacial a cargo de dos mujeres.

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