Siempre digo que SpaceX nos está acostumbrando mal con los aterrizajes con éxito de las primeras etapas de los cohetes Falcon 9 que utiliza para sus lanzamientos.
Hacen parecer sencillo hacerlos volver desde 100 kilómetros de altitud a más de veinte veces la velocidad del sonido a pesar de que se trata de unos cacharro de 48 metros* de altura, casi cuatro de diámetro y varias toneladas de peso.
Pero quizás verlos a escala humana pone esto un poco más en contexto:
Se te fijas bien en la foto anterior verás que hay un par de personas a la altura de la pata que apunta hacia la izquierda y que apenas tienen la altura de los motores de la primera etapa del F9 y que esas «delgadas» patas que la sostienen son tan anchas como ellas.
El tamaño de una primera etapa de Falcon 9 también se aprecia bien esta otra foto:
Que hacer aterrizar estos pepinos uno detrás de otro así como quien no quiere hacer la cosa se esté convirtiendo en rutina es asombroso.
*48 metros que según el sistema métrico campofutbolero son a la vez el un poco más del ancho de un campo de fútbol y un poco menos de la mitad del ancho de un campo de fútbol.