Por Nacho Palou — 4 de julio de 2017

Recientemente la NASA ha aprobado que del sistema de protección contra asteroides conocido como Dart (Double-Asteroid Redirection Test) pase a la siguiente fase de desarrollo, al diseño preliminar. El sistema está basado en la técnica del impactador cinético, que esencialmente consiste en lanzar una sonda espacial a gran velocidad contra un asteroide que se mueva en rumbo de colisión con la Tierra y cruzar los dedos para que el golpe lo desvíe de su trayectoria.

El vehículo espacial Dart tiene el tamaño de una nevera y su objetivo es el par de asteroides “gemelos” Didymos (A y B, de unos 780 metros y 160 metros de diámetro, respectivamente). Ninguno de estos dos asteroides supone un riesgo ahora mismo pero la misión, prevista para 2022, tratará de demostrar si esta técnica serviría como defensa para la Tierra ante una posible amenazada de este tipo, según explicó la NASA el viernes coincidiendo con el día del asteroide.

Tras el lanzamiento Dart volará hacia Didymos B, contra la que golgeraría a una velocidad de 6 kilómetros por segundo. Desde tierra se podrá observar el impacto y analizar si se produce algún cambio en la trayectoria que sigue Didymos B alrededor de Didymos A. De este modo los científicos podrán valorar mejor qué posibilidades habría de usar el impacto cinético contra un asteroide amenazante.

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Dado que la sonda espacial Dart todavía no está diseñada este es un dibujo que representa cómo podría ser la sonda destinada a abofetear un asteroide de 160 km de diámetro. Aunque la sonda acabe como un mosquito en un parabrisas proporcionará a los científicos información para afinar mejor la técnica del impactador cinético.

La elección de un asteroide binario en la que un cuerpo orbita alrededor del otro (B alrededor de A) facilitará a los científicos detectar cualquier desvío (o ninguno) causado en el movimiento del asteroide Didymos B. A la vez que, según Tom Statler, “la órbita del conjunto formado por ambos asteroides no cambiará con respecto al Sol” (Ejem, veremos).

El problema de esta técnica es que no sirve como defensa de última hora. La diferencia de masa entre la sonda Dart (de 300 kg) y el asteroide significa que el impacto, a pesar de la gran velocidad a la que se produce, tiene un efecto muy pequeño sobre la velocidad a la que se mueve el asteroide. Pero los científicos creen que aplicando esta estrategia con la antelacion suficiente —probablemente meses o años— la pequeña fuerza de empuje provocada por Dart supondría a lo largo del tiempo un gran cambio en la trayectoria de un asteroide que se dirija hacia la Tierra.

Según la NASA probarlo en situación real es la única manera de comprobar si la técnica del impacto es viable debido a que se conoce poco sobre la composición de los asteroides y de su estructura interna. En el caso de los gemelos Didymos se cree que Didymos A, el de mayor tamaño, es un asteroide rocoso con una composición similar a la de otros muchos asteroides. En cambio en el caso de Didymos B, el más pequeño de los dos, se desconoce su composición y estructura, aunque en cambio su tamaño es el típico que tendría un asteroide capaz de darnos un disgusto.

Inicialmente Dart iba a complementarse con otra sonda (AIM, Asteroid Impact Mission) desarrollada por la ESA y que viajaría antes que Dart al asteroide doble: primero para estudiar el asteroide y después para ver de cerca y con detalle el impacto de Dart. Pero a finales del año pasado la ESA canceló su parte la misión. La ESA decidió que era “más interesante” conducir un coche teledirigido por Marte en lugar de dedicar recursos a un proyecto que tal vez algún día ofrezca a la Humindad la oportunidad de salvarse de la extinción. Tal cual.

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