Por @Wicho — 1 de junio de 2024


SLIM fotografiado por el rover LEV-2, cuyas ruedas se ven en primer plano a ambos lados de la parte inferior de la imagen – JAXA

Esta semana se daban las condiciones de iluminación necesarias en el cráter Shioli de la Luna como para que el aterrizador SILIM de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) pudiera activarse de nuevo. Pero a pesar de los intentos desde el control de la misión para ponerse en contacto con él no ha despertado tras su cuarta noche en nuestro satélite.

Quizás convenga recordar que SLIM no tiene ningún tipo de calentador para mantener sus tripas a una temperatura compatible con la vida electrónica. Así que en realidad es sorprendente que haya sobrevivido a sus tres primeras noches en la Luna.

SLIM, de Smart Lander for Investigating Moon, Aterrizador inteligente para investigación lunar, aterrizó el pasado 14 de enero. Pero en lugar de hacerlo tumbado sobre uno de sus laterales, tal y como estaba previsto, terminó clavado de morro en el regolito lunar, tal y como se ve en la foto de arriba, tomada por el rover Sora-2 que fue liberado poco antes del aterrizaje.

Con el aterrizaje con éxito de SLIM Japón se unía al reducido grupo de países que ha conseguido colocar misiones de una pieza sobre la superficie de la Luna: la URSS, los Estados Unidos, China y la India.

Pero aún a pesar de haber aterrizado de una forma accidentada ha cumplido con creces con los tres objetivos de la misión. Estos eran aterrizar de una pieza aunque haya sido cabeza abajo a pesar de que uno de sus motores perdió una tobera en pleno descenso; aterrizar con una precisión de menos de 100 metros (fueron 55; por contraste la elipse de aterrizaje del Apolo 11 medía 20 kilómetros de largo por 5 de ancho); y conseguir que SLIM funcionara durante un tiempo una vez posado sobre la superficie de la Luna.

Esto último no sólo lo consiguió sino que cada vez que se despertó después de sus primeras tres noches lunares volvió a activarse para analizar la composición del suelo y de algunas rocas cercanas a su punto de aterrizaje con su cámara multiespectral.

La JAXA, de todos modos, aún no ha declarado el fin de la misión. Volverán a intentar ponerse en contacto con él tras su quinta noche lunar. Noche que, por cierto, dura dos semanas terrestres.

La misión está en Twitter como @SLIM_JAXA.

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