Por @Wicho — 27 de febrero de 2020

La Starliner separándose de la segunda etapa del Atlas V - Boeing
El primer fallo de la misión se produjo al separarse la Starliner de la segunda etapa del Atlas V - Boeing

Según se puede leer en Boeing didn’t perform full end-to-end test of its astronaut capsule before troubled mission, ‘surprising’ NASA safety panel (necesitarás una VPN si estás en Europa) el comité que estudia los fallos de la primera misión de la Starliner ha descubierto que Boeing no probó la cápsula y el Atlas V juntos antes de lanzarlos al espacio.

Esto es cuando menos sorprendente, ya que es una prueba que permite ver cómo interactúan los distintos componentes y podría haber descubierto los errores de programación que hicieron fallar la misión. Aunque también es cierto que el programa de tripulaciones da bastante manga ancha a Boeing y SpaceX en cuanto a cómo diseñar sus naves y en cuanto a qué pruebas tiene que pasar para convencer a la NASA de que sirven para volar tripuladas. Pero no lo es menos que la agencia tiene que supervisar todo el proceso de manera efectiva.

Así que también es cuando menos sorprendente que la NASA les haya permitido saltarse la prueba. O que a la NASA se le haya colado que no la hicieron.

Personalmente, creo que la agencia confía demasiado en Boeing porque en su momento Boeing participó en el programa Apolo, aunque en aquel entonces para fabricar la primera etapa de los Saturno V. El módulo de mando y servicio, que es muy parecido a la Starliner, fue construido por North American. Pero luego se convirtió en North American Rockwell al fusionarse con Rockwell-Standard. Después de esa fusión le cambiaron el nombre a Rockwell International, que fue lo que compró Boeing en 1996.

Cincuenta años y dos grandes fusiones por medio han diluido sin duda cualquier know-how que pudiera haber en la empresa. Y luego está el asunto del cambio de la mentalidad «ingenieril» a la mentalidad «pesetera» que supuso la compra de McDonnell Douglas por parte de Boeing. De los innumerables fallos del 737 MAX si acaso hablamos otro día.

Habrá que esperar al informe final del comité. Pero, de nuevo, si la NASA permite a Boeing lanzar una Starliner tripulada sin obligarles antes hacer antes un vuelo de prueba vacío como el que falló el pasado mes de diciembre será como para que se lo hagan mirar.

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