Esta mañana, poco antes de las 12 del mediodía, la sonda BepiColombo alzanzaba la distancia mínima a Mercurio en su segundo sobrevuelo del planeta, pasando a tan sólo 200 kilómetros de su superficie. El sobrevuelo forma parte de las maniobras diseñadas para que en el 5 de diciembre de 2025 la gravedad del planeta termine por capturarla. Pero de aquí a entonces le quedan otros cuatro sobrevuelos del miembro más cercano al Sol del Sistema Solar. Y esto después de haber hecho ya otro sobrevuelo de la Tierra y dos de Venus desde que la misión fuera lanzada el 20 de octubre de 2018 .
Todas esta intricada coreografía planetaria es necesaria para adaptar la energía de la sonda la del planeta sin que se pase de largo y sin que caiga al Sol. Cuando fue lanzada, tenía una energía orbital similar a la de la Tierra tanto en cuanto a su velocidad de traslación alrededor del Sol como en su distancia a nuestra estrella.
Así que tenía que adaptarse a la de Mercurio. Y no tenemos ningún cohete lo suficientemente potente como para hacer esa adaptación al lanzamiento. Por no hablar de la cantidad de combustible que sería necesario para ello y que se comería la masa disponible para la sonda. Así que las personas que diseñaron la misión decidieron utilizar maniobras de asistencia gravitatoria. Las tres primeras –con la Tierra y Venus– fueron básicamente para que la sonda fuera cayendo, pero de forma controlada, hacia el Sol. Las dos que lleva alrededor de Mercurio y las que le quedan son para ir modificando su velocidad y su órbita de tal forma que la gravedad de Mercurio pueda terminar por capturarla. La maniobra de hoy, por ejemplo, ha servido para que perdiera 1,3 kilómetros por segundo de velocidad respecto al Sol. El sobrevuelo de LLL le quitó 2,1 km/s, también respecto al Sol.
En total serán 2603 días de viaje. Un viaje largo, sin duda, cuyo ecuador quedó atrás el 14 de mayo de 14 2022. Todo un ejercicio de paciencia para quienes tenemos interés en la exploración. Y ya no digamos para las personas directamente involucradas con la misión o para aquellas que esperan trabajar con los datos que recoja la sonda.
La misión, por cierto, lleva el nombre de Giuseppe «Bepi» Colombo, el científico, matemático e ingeniero italiano que no sólo consiguió explicar por qué Mercurio rota tres veces sobre sí mismo por cada órbita alrededor del Sol sino que además fue el primero en proponer una órbita que, como la de la sonda que lleva su nombre, podría permitir a una sonda aproximarse al planeta.
Aprovechando el momento
En este sobrevuelo de Mercurio, igual que en los anteriores, algunos instrumentos estaban encendidos. Por aquello de que si hay que ir, se va, pero ir para nada es tontería. Aunque no es posible encenderlos todos porque la sonda –que en realidad está formada por dos sondas independientes– viaja en una configuración conocida como Mercury Composite Spacecraft, Nave Compuesta para Mercurio (MCS).
En ella el Orbitador Planetario de Mercurio (Mercury Planetary Orbiter, MPO) de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Orbitador Magnetosférico de Mercurio (Mercury Magnetospheric Orbiter, MMO) de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), van unidos al Mercury Transfer Module (MTS), Módulo de Transferencia a Mercurio, que básicamente contiene los motores y el sistema de guiado que llevará todo el conjunto hacia Mercurio, y el MOSIF, de MMO Sunshield and Interface Structure, un parasol para proteger al MMO durante la travesía.
Los módulos de la misión - ESA/JAXA
Todos los módulos se separarán en 2026, una vez en órbita alrededor de Mercurio. Pero mientras tanto los puertos de observación de algunos de los instrumentos están tapados. Por eso «sólo» siete de los once instrumentos del MPO y cuatro de los cinco del MMO estaban activos. Entre los que no se pudieron utilizar está la cámara de alta resolución. Así que las imágenes que veremos son las tomadas las cámaras de monitorización que incorpora el MTS. Además, dado que la máxima aproximación se produjo sobre el lado noche del planeta, las imágenes más cercanas habrán sido tomadas unos cinco minutos antes, a unos 900 kilómetros de distancia. Lo que tampoco está nada mal.
Una vez en Mercurio BepiColombo observará el planeta desde su órbita y estudiará la composición, topografía y morfología de su superficie y su interior, así como el entorno del planeta y su magnetosfera. Será la segunda misión que pongamos en órbita alrededor del planeta tras la MESSENGER de la NASA, que llegó allí en marzo de 2011 y terminó su misión en 2015.
La misión está en Twitter como @BepiColombo, aunque los distintos módulos -salvo MOSIF– tienen también sus propias cuentas: @ESA_Bepi es el Mercury Planetary Orbiter de la ESA; @JAXA_MMO es el Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO) de la JAXA; y @ESA_MTM es el Mercury Transfer Module.
Relacionado,
- BepiColombo envía sus primeros selfies desde el espacio
- La ESA confirma el correcto funcionamiento de los motores de la misión BepiColombo a Mercurio
- La misión BepiColombo va a sobrevolar la Tierra camino de hacia Mercurio y quizás puedas verla
- La sonda BepiColombo viaja rumbo a Venus (y luego Mercurio) tras su encuentro con la Tierra
- La sonda BepiColombo sobrevuela Venus camino de Mercurio
- La sonda BepiColombo sobrevuela Mercurio por primera vez
- Este es el modelo de ingeniería del Mercury Planetary Orbiter de la misión BepiColombo
- Así se cosen las mantas contra el calor a los módulos de la misión BepiColombo