Impresión artística de Beresheet alunizando – Space Team IL
Desde las 21:23, hora peninsular española, del 11 de abril de 2019 la Luna tiene un nuevo cráter causado por el impacto del aterrizador Beresheet.
El intento de aterrizaje de Beresheet comenzó a las 21:11:30 cuando se encendieron sus motores para ir frenándolo de tal forma que la gravedad de la Luna lo fuera atrayendo hacia un punto del Mar de la Serenidad. Pero a eso de las 21:18:18 uno de los controladores de la misión anunció que la unidad inercial (IMU) estaba fallando, lo que fue seguido poco después por el apagado del motor principal.
Las unidades inerciales –no tengo claro si Beresheet montaba más de una aunque luego uno de los responsables de la misión hablo del fallo de una de ellas– son unos sensores que detectan la aceleración, en este caso, de la nave espacial. Una lectura errónea puede haber provocado el apagado del motor si las lecturas de la IMU indicaban que la nave estaba ya parada sobre la superficie. O puede que el apagado del motor no haya tenido nada que ver. Habrá que esperar a que el equipo de la mision analice los datos.
En cualquier caso desde el control de la misión decidieron reiniciar Beresheet pero para cuando el motor se volvió a activar ya era demasiado tarde. Según la última telemetría recibida el impacto se produjo a una velocidad vertical de unos 484 kilómetros por hora y a una velocidad horizontal de 3.400, con lo que el cráter será más bien alargado y probablemente podrá ser visto por la Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA en los próximos días o semanas.
Última telemetría recibida – Team Space IL
Es una pena que la misión no haya conseguido su objetivo final de colocar el aterrizador de una pieza en la superficie de la Luna pero no por ello hay que quitarles mérito. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, lanzamiento incluido –y no hace mucho sólo el lanzamiento habría costado más que eso– han conseguido diseñar, probar, lanzar y casi hacer alunizar de una pieza a Beresheet. Y han estado a punto de conseguir terminar con éxito la primera misión a otro astro con financiación privada.
Es una casi prueba de concepto de que se pueden desarrollar misiones espaciales «low cost», tal y como pretendía demostrar el Google Lunar X Prize del que de hecho Beresheet formaba parte. Ninguno de los equipos consiguió lanzar su misión en el plazo previsto y Google terminó por cancelar el premio. Pero aún así ha dicho que le dará un millón de dólares al equipo de Beresheet por todo lo que han logrado.
Última imagen enviada por Beresheet – Team Space IL
Otra cosa es que puedan reunir de nuevo los 100 millones de dólares –aunque ahora probablemente se apañarían con menos porque hay costes de desarrollo que seguramente se podrían ahorrar– para intentarlo de nuevo.