Por @Wicho — 27 de Julio de 2021

El Integrated Lander Vehicle de National Team rumbo a la Luna – National Team
Impresión artística del Integrated Lander Vehicle de National Team rumbo a la Luna – National Team

El pasado mes de abril Blue Origin se quedó fuera de la carrera por construir un aterrizador lunar para el programa Artemisa. Pero mientras se resuelve el recurso que ha interpuesto frente a la decisión de la NASA una carta abierta de Jeff Bezos publicada ayer y dirigida a Bill Nelson, el director de la agencia, ofrece poner 2.000 millones de dólares a fondo perdido si contratan a la empresa construir su Integrated Lander Vehicle¹.

Lo cierto es que el anuncio de la NASA de que había otorgado a SpaceX y sólo a SpaceX el contrato para el aterrizador lunar del programa Artemisa fue un tanto sorprendente porque se esperaba que la agencia escogiera al menos dos propuestas. Pero la falta de fondos le llevó a decantarse por una sola opción, que además era la más barata, dejando fuera a Blue Origin y Dynetics; Boeing ya se había quedado fuera de la competición mucho antes.

Las dos empresas interpusieron sendos recursos que en breve deberían ser resueltos. Pero el consenso generalizado es que tienen pocas posibilidades de prosperar, entre otras cosas porque, por ejemplo, Blue Origin se ofrece en su recurso a hacer un importante descuento. Y si ahora le dicen que sí cualquier futuro concurso para llevarse un contrato de la NASA quedaría expuesto a maniobras similares. Además, si el programa Artemisa ya va pillado para cumplir con su objetivo oficial –que cada vez es menos creíble y que en esta casa siempre hemos puesto en duda– de poner una misión tripulada sobre la superficie de la Luna antes de que termine 2024, si hay que volver a empezar con la adjudicación del aterrizador, los plazos –ya estrechísimos– se verían aún más reducidos.

Pero la NASA tampoco está contenta del todo con haber tenido que apostar todo a un sólo aterrizador, así que lleva un tiempo pidiendo a la administración estadounidense dinero para financiar la construcción de un aterrizador alternativo. Y aquí es dónde tiene mucho sentido la carta abierta de Bezos: más que desbancar a SpaceX le permitiría tener bastantes boletos para conseguir ser la otra empresa que construyera un aterrizador para el programa Artemisa.

Integrated Lander Vehicle – Blue Origin
Impresión artística del Integrated Lander Vehicle sobre la Luna – National Team

Por ello se ofrecen a invertir 2.000 millones propios –SpaceX está invirtiendo 3.000 en su versión del HLS– y además añaden un segundo lanzamiento de prueba de su aterrizador al único que la NASA exigió en su momento también a cargo de la empresa. Y se comprometen a aceptar un contrato a precio fijo en el que cualquier posible sobrecoste sería absorbido por la empresa.

Esto a la NASA le va a gustar, sin duda. Y al Congreso. Tanto porque Blue Origin se moje con sus propios fondos como por disponer de redundancia en el sistema. Y es que además de disponer de un segundo aterrizador el de Blue Origin puede ser lanzado por un Falcon Heavy, el SLS, el Vulcan de ULA, y el propio New Glenn de Blue Origin, lo que añade otra capa de redundancia. Aunque es cierto que de estos cuatro cohetes el único que está en servicio ahora mismo es el Falcon Heavy. Lo de que el ILV puede funcionar con helio extraído in situ en la propia Luna ya tal.

Así que habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos pero personalmente no me extrañaría nada que Blue Origin se llevara la construcción de ese segundo aterrizador que desea la NASA. Aunque eso sí, es prácticamente imposible que la vuelta a la Luna se produzca en él.

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¹ Blue Origin presentó su oferta bajo el paraguas de National Team, que incluye también a Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper. Pero así nos entendemos mejor.

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