Ahora que la Luna parece estar poniéndose de nuevo de moda como próximo objetivo de las misiones también Bigelow Aerospace y United Launch Alliance se quieren apuntar y acaban de anunciar un acuerdo mediante el cual ULA pondrá primero en órbita baja terrestre y luego se llevará a órbita baja lunar un módulo hinchable Bigelow B330.
La idea es lanzar el B330 en un cohete Vulcan 562 y probarlo en órbita baja terrestre durante un año. Las tripulaciones irían y vendrían en cápsulas Dragon tripuladas.
Una vez comprobado que todos los sistemas funcionan correctamente ULA lanzaría dos ACES –segundas etapas de combustible líquido–, una de las cuales serviría para repostar la otra, que se acoplaría al B330 para llevarlo entonces a la Luna, donde quedaría en una órbita baja.
El problema de este plan no está sólo en la financiación, que también, sino en que de todos los elementos que quieren utilizar sólo el cohete Vulcan es una realidad. Las etapas ACES todavía no han entrado en servicio, igual que tampoco lo ha hecho el B330, aunque su hermano pequeño, el Bigelow Experimental Activity Module, está dando muy buen resultado en la Estación Espacial Internacional; las Dragon tripuladas tampoco han entrado en servicio aún, aunque quizás no les falte demasiado.
Así que la fecha de 2022 de la que hablan Bigelow y ULA para tener su depósito espacial –no lo llaman estación– en órbita alrededor de la Luna se me antoja un tanto optimista.
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