Por @Wicho — 19 de octubre de 2017

Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos –sí, el Jeff Bezos de Amazon– ha dado un importantísimo paso adelante con el primer encendido de uno de sus motores BE–4 al 50 por ciento de su potencia máxima durante tres segundos.

Diseñado para funcionar con oxígeno y metano líquidos el BE-4 es completamente reutilizable y produce una potencia a nivel del mar de 2.400 kilonewtons. Por comparación el RS-25 de los transbordadores espaciales y ahora del SLS produce 1.860 kN y el Raptor de SpaceX, aún en desarrollo, 1.700. Blue Origin planea utilizarlo tanto en la primera como en la segunda etapa del New Glenn, el cohete orbital de la empresa.

El New Glenn utilizará siete motores y tendrá la capacidad de poner 45 toneladas en órbita baja terrestre y ni más ni menos que 13 toneladas en órbita de transferencia geoestacionaria. Además, será reutilizable hasta cien veces, de ahí la importancia de que el BE-4 también lo sea.

Las estimaciones hablan de que el primer lanzamiento de un New Glenn podría producirse en 2020.

Y además Blue Origin ha llegado a un acuerdo con United Launch Alliance para que ésta utilice el BE–4 en el Vulcan, el sucesor de los Atlas V y Delta IV que está desarrollando y que también podría volar por primera vez en 2020.

No está nada mal si tenemos en cuenta que es un desarrollo hecho por una empresa nueva en el sector a la que miraban por encima del hombro otras empresas de rancio abolengo en el sector aeroespacial.

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