Blue Origin acaba de publicar este vídeo acerca del BE-4, el motor que lleva años desarrollando para su cohete New Glenn y que también será utilizado en el Vulcan de United Launch Alliance.
Es un pedazo de bestia capaz de producir 550.000 libras de potencia, lo que viene siendo unas 17 veces la potencia del motor CFM International LEAP-1A que monta el Airbus A320neo, por ejemplo. O, por compararlo con los motores de otros cohetes, un 30% más que la potencia de los RS-25 de los transbordadores espaciales o y ahora del SLS produce 1.860 kN y el Raptor de SpaceX, aún en desarrollo, 1.700.
El BE-4 pertenece a una nueva generación de motores que usan metano líquido y oxígeno como propelentes (methalox), en los que hay bastante interés. Por un lado porque son más limpios que otros motores más tradicionales, ya que liberan CO2 y vapor de agua como productos de la combustión. Por otro, porque la combustión no deja residuos en el motor, lo que es muy importante de cara a su reutilización.
Llega con retraso, como no podía ser menos, pero tampoco sorprende; toda esa potencia genera mucha presión y temperaturas muy altas, que ya son complicadas de gestionar en piezas estáticas, cuando más en el montón de piezas móviles que lleva un motor. Y ha sido complicado que todo funcionara como debe.
Pero dice Blue Origin que ya han hecho todas las pruebas que tienen que hacer y que el BE-4 ya está cualificado para el vuelo. De hecho ULA ya ha recibido los primeros motores que volarán en el Vulcan, y la propia Blue Origin está a punto de tener listos los primeros que irán en el New Glenn. Así que a ver si por fin los vemos volar el año que viene.
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