Impresión artística de una Cygnus aproximándose a la EEI
El mecanismo de anclaje se hizo un poco el remolón cuando la Cygnus OA–5 estaba ya colocada en su lugar de la Estación Espacial Internacional pero al final a las 16:53 del 23 de octubre de 2016, hora peninsular española, la cápsula quedaba firmemente unida a la Estación.
Su lanzamiento se produjo el martes 18 y podía haber llegado a la Estación en un par de días, que es lo habitual, aunque estuvo esperando en órbita a la llegada de la Soyuz MS–02, lanzada el día 20, ya que las naves tripuladas tienen preferencia.
Cygnus OA–6A acoplada a la EEI – NASA TV / Anatoly Zak
Además de la Alan Poindexter hay dos Soyuz (MS–01 y MS–02) y una Progress (la MS–03) ahora mismo en la EEI – NASA
Van a bordo 2209 kilos de carga útil que incluyen
- 498 de kilos para experimentos científicos.
- 585 kilos de suministros para la tripulación.
- 1023 kilos de hardware de la EEI.
- 5 kilos de equipo para paseos espaciales.
- 56 kilos de material informático.
- 42 kilos de hardware para el segmento ruso de la Estación.
Los tripulantes de la Estación se encargarán ahora de retirar ese material y cambiarlo por 1687 kilos de material que ya no es necesario a bordo para que se destruya junto con la S.S. Alan Poindexter en una reentrada controlada en la atmósfera al final de su misión, lo que ocurrirá aproximadamente en un mes.
Interior de la Cygnus OA–6 antes del cierre para su lanzamiento – Orbital ATK
Será también durante esta última parte de su misión cuando la Cygnus OA–5 libere cuatro CubeSat de 3 unidades Lemur–2 para estudios meteorológicos.
También será una vez desconectada de la EEI y lejos de esta cuando se active el experimento Saffire II a bordo, pues este tiene como objetivo estudiar la combustión en caída libre y no es buena idea jugar con fuego en una nave espacial tripulada que quieras conservar.
El primer experimento de esta serie se llevó a cabo en la Cygnus CRS OA-6 «Rick Husband» en junio de 2016. Saffire III se levará a cabo en la Cygnus OA–7, cuyo lanzamiento está previsto para diciembre de 2016; en 2018 se lanzarán otros tres experimentos de esta serie con las modificaciones pertinentes tras lo aprendido en los tres primeros.
Para Orbital ATK, la empresa que fabrica las Cygnus, ésta es una misión importante, ya que por fin vuelve a hacer los lanzamientos con un cohete propio, el Antares 230 en este caso, tras la pérdida en el lanzamiento de la Cygnus CRS OA–3 por un fallo del cohete Antares 130 que iba a ponerla en órbita.
Los lanzamientos que hizo mientras terminaba de certificar el Antares 230, los de las la Cygnus CRS OA-4 y la Cygnus CRS OA-6, tuvo que hacerlos con cohetes Atlas V comprados a United Launch Alliance.
La pérdida de la Cygnus 3 hizo también que el orden de lanzamiento de las Cygnus quedara trastocado, así que aunque la Alan Poindexter es la Cygnus OA–5 en realidad es la séptima que se ha lanzado.
Junto con las Cygnus en la actualidad hay otros tres tipos de cápsulas de carga que mantienen a la Estación Espacial Internacional y a sus tripulantes convenientemente pertrechados: las Progress MS rusas, los HTV japoneses, y las Dragon de SpaceX, aunque estas últimas está fuera de juego hasta que se determine la causa del estallido de un cohete Falcon 9 en la plataforma de lanzamiento mientras se hacían las pruebas previas al lanzamiento del satélite de comunicaciones Amos–6.