Por @Wicho — 4 de junio de 2017

Aunque en principio iba a permanecer atracada en la Estación Espacial Internacional hasta finales de julio de 2017 la Cygnus OA-7 John Glenn ha empezado la última parte de su misión el 4 de junio.

Estará una semana más en órbita antes de destruirse en una reentrada controlada en la atmósfera junto con material ya no necesario a bordo de la EEI y residuos varios, aunque antes se ejecutará en su interior el experimento Saffire-III para estudiar cómo se comportan las llamas en caída libre.

Estos experimentos se realizan con la Cygnus ya en vuelo libre para no poner en peligro de ningún tipo a la Estación ni a sus tripulantes, ya que suponen prender fuego a propósito a una serie de materiales y estudiar cómo se propagan las llamas por ellos. Se supone que el fuego quedará contenido dentro del propio experimento, pero nunca está de más ser precavido.

Saffire II y III
Saffire II y III durante su preparación para el lanzamiento – NASA

Una vez terminado Saffire III a la John Glenn aún le queda lanzar ocho CubeSat Lemur-2, aunque para esto hará un par de maniobras antes que le permitan subir su órbita: al liberarlos desde más arriba los Lemur-2 permanecerán más tiempo en órbita. Está previsto que sean lanzados el 8 de junio.

Lemur-2 listos para ser empaquetados
Lemur-2 listos para ser empaquetados para su lanzamiento. Cada uno mide 30×10×10 centímetros, paneles solares aparte

Y así, el 11 de junio será cuando la Cygnus OA-7 active por última vez sus motores para frenar lo suficiente como para que la gravedad terrestre se haga con ella y la atraiga hacia la atmósfera. Durante la reentrada una especie de caja negra conocida como RED-Data2 recogerá y transmitirá datos para que los diseñadores puedan afinar más los diseños de las naves y su comportamiento en sus momentos finales.

El RED-Data2 en su maletín de transporte
El RED-Data2 en su maletín de transporte

Es importante destacar que el adelanto en el fin de la misión no tiene nada que ver con ningún problema de la John Glenn sino con liberar de carga a los tripulantes de la EEI.

De hecho ya hace algún tiempo que la Cygnus OA-7 estaba prácticamente lista para dejar la Estación, aunque la carga de trabajo de sus tripulantes no permitía que dieran los últimos toques. Y dado que ahora sólo quedan tres tripulantes a bordo, a la espera de que llegue la Soyuz MS-05 a finales de julio, no era previsible que pudieran prepararla antes de finales de julio, en especial con la llegada de la Dragon SpX-11.

Pero el retraso de dos días en su lanzamiento, y por tanto de su llegada, por culpa de la mala meteorología hizo que se abriera la oportunidad de terminar de preparar la Cygnus OA-7, oportunidad que los responsables de la misión han decidido utilizar para quitarse cosas de en medio.

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