Antes del lanzamiento – Jaxa
Un cohete H-IIB lanzaba a las 14:26 del 9 de diciembre de 2016, hora peninsular española, la nave de carga HTV-6 rumbo a la Estación Espacial Internacional, que de acuerdo con la costumbre de la JAXA, la Agencia japonesa de Exploración aeroespacial, recibió su nombre una vez que estuvo en órbita.
Los HTV son los vehículos más grandes de la flotilla que da servicio a la Estación –Cygnus, Dragon, Progress y los HTV propiamente dichos– y en este caso el Kounotori 6 lleva a bordo casi seis toneladas de suministros para la Estación, 3,9 de ellas en el módulo presurizado o PLC y 1,9 en el no presurizado o UPLC.
Corte esquemático de un HTV – JAXA
La carga del módulo presurizado está compuesta por comida y bebida –fundamentalmente agua– y ropa, productos para la higiene, material para instrumentos, hardware para la Estación, algunos CubeSat Lemur-2, etc, así que en realidad no hay nada especialmente destacable. O al menos no más allá de que se trata de suministros para una estación espacial, lo que tampoco es cosa como para tomarse a la ligera.
Todo va empaquetado con precisión milimétrica
El agua va en bolsas
Hay que controlar el peso de todo
Las bolsas se carga se colocan en racks
Los racks van al interior del HTV – Fotos: Jaxa
La parte más interesante de la carga del Kounotori 6 son las seis baterías de iones de litio que lleva en el compartimento no presurizado, destinadas a sustituir doce de las baterías de níquel–hidrógeno actualmente en uso que están llegando al final de su vida útil.
En total la Estación usa 48 de estas baterías, así que serán necesarios otros tres lanzamientos de cargueros HTV para reemplazarlas todas por 24 de las nuevas, lo que además requerirá de unos cuantos paseos espaciales; también se enviará alguna batería extra para tenerla como repuesto por si falla alguna.
Las baterías son un componente fundamental del sistema eléctrico de la Estación, cuyos paneles solares las mantienen siempre cargadas, pues se encargan de que no falte electricidad a bordo –que es lo que hace funcionar todos los sistemas– cuando se encuentra a la sombra de la Tierra, lo que ocurre durante unos 35 minutos de los 90 que dura cada órbita.
Kounotori 4 capturado por el brazo de la EEI – NASA
Kounotori 6 «aparcará» junto a la Estación el próximo día 13 para ser capturado por el brazo robot de ésta, que se encargará de guiarlo hasta acoplarlo al módulo Harmony de la EEI, donde permanecerá aproximadamente un mes mientras los tripulantes de la Estación se encargan de retirar la carga útil de su interior y de su módulo no presurizado y de sustituirla por materiales de desecho que se desintegrarán en la atmósfera a la reentrada del carguero.
Pero antes de eso Kounotori 6 pasará una semana más en órbita tras dejar la Estación llevando a cabo el experimento Kite para estudiar el comportamiento de una correa electrodinámica, en este caso de 700 metros, para su uso como impulsor gracias a la fuerza de Lorentz.
Kounotori 6 y KITE
Unir una de estas correas a restos de basura espacial podría ser una forma relativamente barata y sencilla de quitarlas de en medio.
El lanzamiento del Kounotori 6, por ahora sin problemas, ha ocurrido ocho días después de la pérdida de la nave de carga rusa Progress MS-04, lo que demuestra una vez más que es una buena estrategia usar distintos tipos de naves de carga y lanzadores para minimizar el riesgo de que todas queden fuera de servicio a la vez…
Aunque esta estrategia se vio llevada un poco al límite con el fallo consecutivo de las Cygnus 3, la Progress M-27M, y la Dragon CRS-7 entres octubre de 2014 y junio de 2015, algo que solucionó –para alivio de muchos– el Kounotori 5 en agosto de 2015.