Una pasada a 119.049 kilómetros de la superficie de Titán a las 21:04 del 11 de septiembre de 2017, hora peninsular española, ha modificado la trayectoria de la sonda Cassini lo suficiente como para que en su última órbita, que empieza a las 7:27 del 12 de septiembre, termine por precipitarse en la atmósfera de Saturno, donde será destruida a eso de las 12:31 del 15 de septiembre.
Habrá tomado montones de imágenes y mediciones de radar de Titán durante ese último lejano sobrevuelo, datos que terminarán de recibirse en tierra a la 1:56 del día 13.
Pero Cassini seguirá «aciendo la cencia» hasta, literalmente, su final.
Así, durante el 13 y el 14 tomará las últimas imágenes de Saturno y sus anillos; verá como Encélado se pone por detrás del planeta; fotografiará a Peggy, una acumulación de material en el borde del anillo A; fotografiará las curiosas hélices que se forman en los anillos… y su cámara de infrarrojos fotografiará la zona del impacto, que en esos momentos estará en el lado nocturno de Saturno.
A las 23:45 del día 14 comenzará la transmisión de todos los datos que Cassini tenga almacenados en su memoria, con lo que se calcula qu esas últimas imágenes aparecerán en línea a eso de las 5 de la mañana del día 15.
Finalmente, el día 15 a las 9:14 Cassini, con sus instrumentos apuntando hacia Saturno, se convertirá en una especie de sonda atmosférica que transmitirá datos de forma continua a unos 27 kilobits por segundo. Esa velocidad de transmisión tan baja hace que sea imposible recibir imágenes en tiempo real de su descenso hacia la atmósfera del planeta y por eso tendremos que contentarnos con las tomadas los días 13 y 14, que sí habrá dado tiempo a transmitirlas.
Y, como decía arriba, a eso de las 12:31, aún con los motores a tope, Cassini ya no será capaz de mantener su antena apuntando hacia la Tierra, con lo que perderemos la señal, aunque a ella aún le queden unos segundos o minutos antes de desintegrarse. Sólo que Saturno está tan lejos que no recibiremos estos últimos datos hasta eso de las 13:54.
Así que Cassini morirá sola y en sin que nadie pueda escuchara, aunque millones de personas en todo el mundo estaremos pensando en ella en esos momentos.
La decisión de poner fin a la misión viene dada fundamentalmente porque se está quedando sin combustible, con lo que para evitar un eventual choque contra cualquiera de sus lunas o contra los anillos, algo que no se puede descartar si quedara por allí flotando libre pero influida por la gravedad del planeta y sus lunas; también hay consideraciones económicas, pues los recursos que se estaban dedicando a Cassini se podrán dedicar a otras cosas.
Pero aún así…
NOOO........................................................................................................................................
— Cassini Noooo (@CassiniNooo) 11 de septiembre de 2017
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