Por @Wicho — 20 de enero de 2021

El SLS durante la prueba – NASA
El SLS durante la prueba – NASA

Apenas tres días después del fallo de la primera prueba de encendido del cohete SLS la NASA ha desvelado la causa del fallo. Se puede leer en Green Run Update: Data and Inspections Indicate Core Stage in Good Condition.

Pero sorprendentemente no tiene nada que ver con la indicación del fallo de uno de los componentes principales del motor número 4 que se pudo oír durante la retransmisión de la prueba. El origen del problema estuvo en que el nivel de fluido hidráulico en uno de los sistemas que mueven los motores bajó demasiado en cuanto intentaron empezar a moverlos. En concreto fue el circuito que se encarga de mover el motor 2.

El supuesto fallo del motor 4 se debió a un fallo en un sensor, pero no afectaría a un lanzamiento porque hay redundancia en los sensores de los motores. Lo curioso es que en un lanzamiento de verdad la bajada de nivel de fluido hidráulico tampoco habría supuesto mayor problema porque el cohete habría seguido volando gracias a que esos sistemas son también redundantes.

Sin embargo Boeing, responsable principal del desarrollo del SLS, estableció unos parámetros excesivamente conservadores a la hora de llevar a cabo la prueba. Eso, y no la bajada de nivel del líquido, fue lo que provocó la parada de los motores y de la prueba.

La NASA lo está vendiendo como una oportunidad diciendo que «durante la prueba, se demostró con éxito la capacidad de apagar una CAPU (las unidades que dan potencia a los sistemas hidráulicos) y transferir su carga a las CAPU restantes. Este evento de prueba que resultó en el apagado de la CAPU fue un caso de estrés intencionado que pretendía ejercitar las capacidades del sistema.» Pero lo cierto es que la intención de la prueba era mantener en funcionamiento los cuatro motores durante algo más de ocho minutos, simulando un lanzamiento completo. Y el mínimo que había dicho Boeing que sería necesario para obtener los datos necesarios eran 250 segundos. Así que de ninguna manera se puede considerar que la prueba fue un éxito; otra cosa es que tanto Boeing como la NASA hayan aprendido cosas de ella, que es de esperar que sí.

Queda decidir ahora si van a hacer una segunda prueba de encendido o si van a enviar la primera etapa tal y como está al Centro Espacial Kennedy (KSC) para su integración con el resto de los elementos de la misión Artemisa 1 y su lanzamiento, previsto para noviembre de este año. Una vez en en KSC podrían hacer una prueba de encendido parcial pero no una prueba completa. Así que hay que ver si quieren arriesgar o no.

Hay que recordar que Artemisa 1 es una misión no tripulada, así que no estarían arriesgando la vida de la tripulación si falla algo en el lanzamiento, aunque sí la reputación de Boeing, la NASA y del proyecto SLS si la cosa no sale como está prevista.

También hay que tener en cuenta que justo hoy Joe Biden ha tomado posesión de su cargo como 46º presidente de los Estados Unidos y que Jim Bridenstine deja de ser director de la NASA, así que hay que ver qué objetivos fija la administración Biden para la agencia; es posible que, entre otras cosas, eliminen ese objetivo irreal de colocar una misión tripulada sobre la superficie de la Luna antes de que termine 2024.

En cualquier caso la NASA calcula que necesita entre 21 y 30 días para tener todo listo para una eventual segunda prueba, así que aún les quedan unos días para decidirse.

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