Por @Wicho — 16 de diciembre de 2020

La cápsula que contiene las muestras tomadas de la superficie de la Luna por la sonda china Chang'e 5 entre el 1 y el 2 de diciembre de 2020 acaba de aterrizar en Mongolia. Falta abrirla para comprobar que en efecto está llena pero a tenor de las imágenes enviadas por la sonda cuando estaba recogiendo las muestras en realidad no es más que un formalismo. Es la primera vez desde 1976 que traemos muestras de la Luna a la Tierra.

El aterrizaje de esta cápsula marca el fin de la primera fase de exploración lunar emprendida por China en 2004. Estaba dividida a su vez en tres partes: orbitar la Luna, aterrizar en ella, y traer muestras de vuelta.

La cápsula en tierra – Programa Chino de Exploración Lunar (CLEP)
La cápsula en tierra – Programa Chino de Exploración Lunar (CLEP)

Traer muestras de vuelta ya lo habían hecho sondas rusas y, por supuesto, el programa Apolo de la NASA, así que no es una gran novedad. Aunque es cierto que China le ha dado una vuelta al asunto y al utilizar una maniobra de acoplamiento en órbita lunar entre el módulo de ascenso y el módulo de retorno puede alcanzar zonas de la Luna que para las sondas soviéticas y sus trayectorias directas Luna–Tierra eran imposibles.

Pero en lo que han sido los primeros ha sido en colocar una misión sobre la superficie de la cara oculta de la Luna. Chang'e 4, que aterrizó allí a principios de 2019, sigue activa con un aterrizador y un rover. La misión tiene un extra de complicación porque es imposible comunicarse por radio con algo que esté sobre la superficie de la cara oculta de la Luna, con lo que tuvieron que colocar un satélite para hacer de relé de comunicaciones en órbita sobre la Luna.

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