El primer Larga Marcha 5 o CZ-5, por su nombre chino, Changzheng 5, está listo para su lanzamiento en una de las plataformas del Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang de la isla de Hainan.
En su variante más potente el CZ-5 tiene una altura de 62 metros y un diámetro de 5, con un peso de 867 toneladas. Está formado por una primera y segunda etapas que usan hidrógeno y oxigeno líquidos como combustible y cuatro propulsores auxiliares que usan oxígeno líquido y queroseno como combustible.
En esta configuración es capaz de colocar cargas de unas 14 toneladas en una órbita de transferencia geoestacionaria, lo que mejora considerablemente la capacidad del Larga Marcha 3B/E, el más potente del que disponen China para eso, que sólo permite lanzar cargas de 5500 kilos.
Esto le da una capacidad de carga comparable al Delta IV Heavy estadounidense y lo coloca por delante de los Ariane 5 o Proton-M.
Así, el Larga Marcha 5 será el cohete que permita a China poner en órbita los módulos de su futura estación espacial, de unas 20 toneladas de peso cada uno.
La versión CZ-5B prescinde de la segunda etapa y con una altura de 53,66 metros, un diámetro de 5 y un peso al lanzamiento de 837 toneladas es capaz de colocar unas 25 toneladas en órbita terrestre baja.
Se une a los Larga Marcha 2, 3, 4, 6, 7 y 11 como miembro de la flota de lanzadores de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, aunque está previsto que los 2, 3 y 4 sean retirados en cuanto los 5, 6 y 7 demuestren su fiabilidad, lo que se espera que ocurra en la década de los 2020.
Este primer lanzamiento, de todos modos, previsto para el 3 de noviembre de 2016 con el satélite experimental Shijian-17 a bordo como carga principal, se considera un vuelo de prueba en el que se recogeran todos los datos posibles de cara a la entrada en servicio definitiva del CZ-5, prevista para 2018.
(Algunos datos vía Spaceflight 101).