Un cohete Larga Marcha 2D despegaba a las 8:10, hora peninsular española del 17 de marzo de 2018, con el cuarto satélite de la constelación LKW a bordo para convertirse en el octavo lanzamiento orbital chino del año.
Por los pocos detalles que se saben –imágenes creadas por ordenador o de sus lanzamientos propiamente dichos– los LKW podrían montar telescopios de 65 centímetros que darían una resolución de 0,7 metros para imágenes en blanco y negro y de algo menos de tres metros en color e infrarrojo cercano. Oficialmente son satélites de observación terrestre para la gestión de recursos naturales, aunque hay dudas de si no son satélites espía colados «de tapadillo» como otra cosa.
China pretende hacer más de 40 lanzamientos espaciales este año, y por ahora lleva un ritmo adecuado para ello. Si lo logran batirán de lejos su récord anterior de 22 lanzamientos en 2016.
