Lanzado en septiembre de 2016 el laboratorio espacial Tiangong 2 tenía dos objetivos muy claros: probar los sistemas de soporte vital y los de repostaje de la futura estación espacial china, cuyo primer módulo está previsto que sea lanzado en 2020.
Para ello el 18 de octubre a las 21:24 de 2016 se acopló con él la nave tripulada Shenzhou 11, a bordo de la que viajaban los taikonautas Jing Haipeng y Chen Dong, quienes permanecieron a bordo 30 días. Luego, entre abril y septiembre de 2017 el carguero Tianzhou 1 se acopló hasta en tres ocasiones con el laboratorio espacial. Desde entonces el Tiangong 2 no ha recibido nuevas visitas.
Y ahora, según los datos publicados por el Centro Conjunto de Operaciones Espaciales de los Estados Unidos, China ha bajado su órbita a los 292×297 kilómetros desde los 380×386 kilómetros en los que estaba antes. Tiene toda la pinta de que se están preparando para una reentrada controlada en la atmósfera, aunque aún no hay ningún tipo de comunicado oficial. A ver si tienen mejor suerte que con el Tiangong-1, con el que perdieron en contacto antes de poder hacer una reentrada controlada y cayó más o menos dónde le dio la gana.
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