El lanzamiento del satélite LKW-3 –quizás un satélite de reconocimiento, aunque no se sabe a ciencia cierta– por parte de un cohete Larga Marcha 2D desde Jiuquan marca el tercer lanzamiento con éxito para China en cinco días. Lo habían precedido el lanzamiento dos satélites Beidou-3 del sistema chino de navegación por satélite el viernes desde Xichang y el de dos SuperView-1 de observación terrestre desde Taiyuan el martes.
Pero China espera hacer más de 40 lanzamientos en total este año, incluyendo el de la misión Chang'e-4, que intentará el primer aterrizaje suave en la cara oculta de la Luna.
Los más de cuarenta lanzamientos incluyen más de diez satélites Beidou, así como varios satélites de las series Haiyang de observación oceánica, Fengyun de medición de temperatura, Yaogan de reconocimiento remoto, Gaofen y Ziyuan de observación de la Tierra y Zhongxing de telecomunicaciones. También están previstos lanzamientos de satélites para otros países como Arabia Saudí, Egipto, Pakistán y Sri Lanka y para empresas comerciales como GomSpace, Satellogic y Changguang.
Por el lado de las misiones científicas se espera el Zhangheng-1, también conocido como China Seismo-Electromagnetic Satellite (CSES, Satélite Chino Seismo-Electromagnético), con la participación de Italia, y el China-France Oceanography Satellite (CFOSAT, Satélite Oceanográfico China-Francia) se lancen en febrero y la segunda mitad del año, respectivamente.
Será también el año en el que el Larga Marcha 5 vuelva al servicio tras haber quedado suspendidos sus lanzamientos al fallar en su segunda misión y el año en el que China intente su primer lanzamiento desde el mar, con un Larga Marcha 11 y un carguero convenientemente modificado para servir como plataforma de lanzamiento flotante.
Un objetivo ciertamente ambicioso que doblaría los 22 lanzamientos de 2016, el año récord por ahora para China.
El próximo lanzamiento está previsto para el 19 de enero, cuando un Larga Marcha 11 pondrá en órbita nueve pequeños satélites de observación terrestre.