La idea de un grupo de investigadores escoceses y ucranianos consiste en construir un cohete de combustible sólido que se consuma físicamente durante el ascenso. El cohete “autofágico” todavía está en las primeras fases de desarrollo, pero “la idea funciona”, según recoge BBC News.
El objetivo es doble: que la masa del cohete se vaya reduciendo durante el ascenso deshaciéndose de al menos una parte del peso muerto. Esto permitiría completar un mismo lanzamiento con una cantidad menor de propelente en comparación con un cohete convencional (el combustible de un cohete supoe la mayor cantidad del peso total del lanzador), y a la vez reducir la chatarra espacial.
Tal y como se explica en esta patente de cohete autofágico de 1960, “el principio básico es aprovechar el calor de la combustión del propulsor para vaporizar o quemar la estructura, consumiendo el contenedor del propulsor al mismo tiempo que el propelente se va consumido. Esto se logra alimentando el contenedor en el motor. Al final del vuelo sólo queda una pequeña fracción de la estructura inicial del cohete.”
Imagen: NASA.
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