Cuarto viaje al espacio para el New Shepard de Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, que en este caso alcanzó una altitud de 101,042 kilómetros, por encima de los 100 kilómetros de la línea de Kármán que por convenio marca el límite del espacio.
Cuarto aterrizaje de este New Shepard – Blue Origin
La cápsula, que en el futuro irá tripulada, a punto de aterrizar – Blue Origin
Este vuelo tenía dos características especiales.
Por una parte la trayectoria de lanzamiento tenía más inclinación hacia el norte con el objetivo de probar la trayectoria de ascenso que utilizarán en un vuelo posterior en el que someterán a prueba el sistema de escape de la cápsula. En este vuelo, una vez a velocidad transónica, se encenderá el motor de escape que permite separar la cápsula del cohete en caso de emergencia y recuperarla para un aterrizaje suave.
Por otra la cápsula descendió con sólo dos de sus tres paracaídas para comprobar que el aterrizaje es igual de suave en caso de que falle uno de estos. La nube de polvo que se ve cuando esta toma tierra es producida por los retrocohetes que la frenan justo antes de tocar el suelo para que el impacto se produzca a una velocidad de apenas 5 kilómetros por hora.
Aparte de volar experimentos científicos, algo que ya está haciendo en pruebas y que espera comenzar a ofrecer de forma comercial a finales de 2016, el objetivo de Blue Origin es llevar a quien quiera y pueda pagar el pasaje al espacio, ofreciendo unos cinco minutos en caída libre en lo más alto de la trayectoria de la cápsula tripulada.
Y al ritmo que van todo parece indicar que pueden ser los primeros en conseguirlo, aunque para ello primero tiene que realizar vuelos con pilotos de prueba, lo que esperan poder hacer en 2017. A partir de ahí, si todo va bien, podrían comenzar con los vuelos tripulados comerciales en 2018.