Curiosity lleva más de 500 soles –días marcianos, 40 minutos más largos que los terrestres– sin poder utilizar su taladro para tomar muestras.
El procedimiento habitual para obtener muestras de una roca era que Curiosity acercaba su brazo a la roca, apoyaba dos «patas» en esta que además de estabilizar el brazo le permiten medir cuanta presión está haciendo sobre la roca y luego acercaba el taladro para perforar, tal y como se ve en el vídeo de arriba.
Las brocas del taladro de Curiosity son huecas y tienen unas pequeñas aberturas que permiten que entre en ellas el polvo que se genera al taladrar. Al terminar la perforación el taladro se recoge y esto lo alinea con la entrada de muestras de distintos instrumentos de a bordo, a los que se pasa el polvo extraído.
Pero el 1 de diciembre de 2016 el freno del taladro, que lo bloquea en su sitio para que no se extienda o retraiga cuando no debe, empezó a funcionar de forma errática y desde entonces no le deja moverse correctamente.
Tras montones de pruebas, primero en el «gemelo» de Curiosity que hay en tierra para probar cosas y luego en Curiosity propiamente dicho los responsables de la misión han decidido que si quieren poder seguir utilizando el taladro tienen que dejarlo bloqueado en la posición extendida en intentar tomar muestras así.
Así que este fin de semana van a intentar tomar muestras de nuevo. La idea es que Curiosity empuja el taladro con su brazo –como haríamos cualquiera de nosotros al taladrar una pared– y luego intentar hacer caer las muestras en el sitio adecuado acercando el taladro todo lo posible a las entradas de los instrumentos y haciendo girar la broca al revés mientras Curiosity sacude un poco su brazo, lo que expulsará el polvo que haya entrado en su interior.
No es el método ideal porque de este modo se tienen que saltar el dispositivo conocido como Chimra, cuya función es tamizar y medir la cantidad de material de muestra que entra en los instrumentos CheMin y SAM porque con el taladro extendido no hay forma de depositar las muestras en la entrada prevista para esto. Esto quiere decir que no habrá forma de medir la cantidad exacta de material que se deposita en cada instrumento y que hay que andar con cuidado de no bloquear sus entradas con ningún trozo de material demasiado grande, aunque tras las pruebas hechas en tierra la NASA cree que tiene esto controlado.
La roca que va a taladrar este fin de semana Curiosity no es de especial interés científico, pero servirá para probar los procedimientos para este nuevo modo de perforación y así recuperar parte de la funcionalidad del rover.