Por @Wicho — 2 de marzo de 2018

Después de casi año y medio sin poder usarlo Curiosity ha vuelto a hacer un agujero en una roca en Marte con su taladro. El problema viene de diciembre de 2016, cuando el freno que sujetaba el cabezal del taladro en su sitio empezó a funcionar de modo errático hasta quedar prácticamente bloqueado, lo que impedía extenderlo y aproximarlo a la roca a taladrar.

Broca de CuriosityUn primer paso fue conseguir extender el cabezal, que en su posición «de descanso» queda detrás de dos guías que sirven para apoyar el brazo de Curiosity cuando taladra. Una vez que consiguieron extenderlo no quisieron volver a jugársela, así que estuvieron haciendo pruebas para ver si el rover sería capaz de taladrar sin usar las guías, como hace cualquiera de nosotros. Y una vez comprobado con el «gemelo» que Curiosity tiene en la Tierra que eso era posible el pasado 26 de febrero lo intentaron en Marte.

Todo fue bien, aunque en esta ocasión la broca del taladro no entró más que un centímetro y medio en la roca de prueba, lo que no es suficiente para que entren muestras en la broca, que es hueca y tiene unos agujeros diseñados para que entre por ellos el polvo producido al taladrar.

Otro agujero en Marte
El montoncillo de polvo grisáceo tapa el nuevo agujero que Curiosity le ha hecho a Marte

En los próximos días Curiosity volverá a insistir, en este caso alcanzando una mayor profundidad, aunque luego viene el asunto de hacer llegar las muestras a CheMin y SAM, los instrumentos que las pueden analizar.

El rover dispone de una especie de cedazo llamado Chimra que tiene como función recibir las muestras del taladro, tamizarlas, y distribuirlas a los dos instrumentos, pero su entrada está en un sitio que el taladro sólo puede alcanzar con el cabezal en su posición retraída, así que como no quieren moverlo es imposible utilizarlo.

Así que la técnica que planean usar es colocar el brazo de Curiosity sobre las entradas de muestras de CheMin y SAM y hacer girar el taladro al revés para que vaya soltando material a la vez que el rover sacude suavemente el brazo… casi, casi como si estuviera usando un salero para aderezar una ensalada.

Si todo va bien el equipo de la misión podrá conseguir muestras de las rocas del cerro vera Rubin, en especial de las de su parte superior, pues son ricas en hematitas, un mineral compuesto por óxido de hierro que se forma en presencia de agua.

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