Aunque la Estación Espacial Internacional está técnicamente en el espacio porque orbita la Tierra bastante por encima de los 100 kilómetros de la línea de Kármán que marcan el límite entre atmósfera y espacio exterior no está tan en el espacio como para que no haya nada de atmósfera. Así que cada mes pierde como un kilómetro de altitud por el rozamiento con las escasísimas moléculas de aire que hay a unos 450–500 kilómetros de altitud, lo que obliga a subir su órbita de forma periódica para reponer esa pérdida.
La EEI tiene unos motores en el módulo Zvezda, que es el que está al final del todo, que se pueden usar para esto, aunque es mucho más habitual que se usen los motores de naves atracadas en la Estación para hacerlo. Pero que desde la retirada de los transbordadores espaciales de la NASA las únicas naves que se estaban encargando de esto eran las cápsulas de carga Progress.
Sin embargo una prueba llevada a cabo con la cápsula de carga Cygnus OA-9E ha demostrado que también puede ser usada para esta tarea, pues un encendido de 50 segundos de su motor ha servido para subir la órbita de la Estación en un poco menos de 100 metros. Así que en el futuro las Cygnus también serán utilizadas para esta tarea.
Hay que tener en cuenta que para subir la órbita de cualquier nave lo que hay que hacer es acelerarla, no empujarla hacia arriba. Por eso antes de hacer la prueba con la Cygnus hubo que «tumbar» la EEI sobre su morro, tal y como se ve en la ilustración de arriba, pues la cápsula está acoplada en la parte inferior de la Estación, para luego evolverla a su actitud normal. Pero como en el espacio no hay ni arriba ni abajo a bordo ni se ha notado.
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