Por @Wicho — 21 de mayo de 2018

Go Cygnus!

Unas tormentas con aparato eléctrico estuvieron a punto de dar al traste con el lanzamiento de la cápsula de carga Cygnus OA-9E rumbo a la Estación Espacial Internacional, pero gracias a la ventana de cinco minutos fue posible retrasarlo lo suficiente como para poder lanzar. Eso sí, el Antares 230 despegó literalmente en el último segundo de la ventana de lanzamiento.

Apenas nueve minutos después del despegue la S.S. J.R. Thompson estaba ya en su órbita inicial. Un par de horas después desplegaba sus paneles solares, lista para iniciar las maniobras que la llevaran a las proximidades de la Estación Espacial Internacional el jueves 24 para que a eso de las 11:20, hora peninsula española, la capture el brazo robot de la Estación.

Una Cygnus en órbita

De la actual flotilla de naves de carga que da servicio a la EEI sólo las Progress rusas son capaces de atracar automáticamente. Las Dragon, los H-II japoneses, y las propias Cygnus tienen que ser acopladas al puerto pertinente por el brazo robot.

La S.S. J.R. Thompson lleva a bordo unos 3.350 kilos de carga entre suministros para la Estación sus tripulantes y material para experimentos, así como quince CubeSat. Nueve de ellos serán lanzados desde la Estación con el lanzador de NanoRacks; los otros seis serán lanzados desde la Cygnus una vez que se desacople de la EEI, lo que está previsto que suceda unas siete semanas después de su llegada.

El final de la misión vendrá con una reentrada controlada en la atmósfera en la que tanto la cápsula como los 3.200 kilos de material de desecho o ya no necesario en la Estación serán destruidos.

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