Por @Wicho — 25 de marzo de 2024

Un punto azul brillante está en el centro de la imagen, que tiene un fondo negro. El punto brillante del centro tiene tres picos de difracción que se extienden desde su núcleo en las posiciones de las 1, 7 y 10 horas. Dos colas de eyección que aparecen como corrientes blancas de material se extienden desde el centro en las posiciones de las 2 y las 3.
Dimorfo visto por el Telescopio espacial Hubble tras el impacto, que en esta imagen se produjo en la posición de las 10 – NASA, ESA, Jian-Yang Li (PSI), Joe Depasquale (STScI)

El 26 de septiembre de 2022 la sonda DART de la NASA se estrellaba a propósito contra el asteroide Dimorfo. Su objetivo era modificar la órbita del pequeño asteroide alrededor del un poco más grande asteroide Dídimo. Pero según las últimas observaciones el impacto no sólo cambió significativamente la órbita de Dimorfo sino también su forma.

Antes del impacto a Dimorfo le llevaba 11 horas y 55 minutos dar una vuelta alrededor de Dídimo. Inmediatamente después de él la órbita se vio reducida a a 11 horas, 22 minutos y 37 segundos. Y con el paso de los días, según Dimorfo fue perdiendo algo más de material, acabó en 11 horas, 22 minutos y 3 segundos. Eso son 33 minutos y 15 segundos menos que antes del impacto. Eso supera con creces los 73 segundos de reducción en el periodo orbital de Dimorfo que que la NASA dijo que consideraría un éxito.

La órbita de Dimorfo, ahora que se mueve más lento, también se ha acercado unos 37 metros a Dídimo debido a su atracción gravitatoria.

Con eso la NASA consiguió demostrar que un impactador cinético –AKA darle una piña a un asteroide– puede desviar su órbita. Si lo sabemos con tiempo suficiente podría desviar la órbita de un asteroide que estuviera en rumbo de colisión con la Tierra. Y así evitar correr la suerte de los dinosaurios.


Dimorfo antes y después del impacto de DART – NASA/JPL-Caltech

Pero por lo visto, y a esto ayuda que Dimorfo no es muy compacto, su forma también se vio afectada. Así que de tener más o menos la forma de una mandarina ha pasado a tener la de un melón. Este resultado inesperado ha aportado algunos datos más sobre la composición del asteroide y cómo se comportan ante un impacto.

De todos modos la prueba del algodón para esta misión será la llegada de la misión HERA de la Agencia Espacial Europea (ESA).


Impresión artística de Hera y sus CubeSat en órbita alrededor de Dimorfo – ESA CC BY-SA 3.0 IGO

Con un lanzamiento previsto en octubre de 2024, llegará al sistema Dídimo-Dimorfo en 2026. Estudiará de cerca el cráter del impacto, si es que lo hay, y los cambios producidos en la órbita de Dimorfo, así como las características físicas de los dos asteroides.

(Vía NASA).

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