Por @Wicho — 14 de Octubre de 2020

Blue Origin, la empresa dedicada a cosas del ramo del espacio de Jeff Bezos, el fundador de Amazon, ha llevado a cabo con éxito el decimotercer lanzamiento de uno de sus cohetes suborbitales New Shepard. Fue el séptimo lanzamiento consecutivo de este cohete en concreto, lo que es un nuevo récord para la empresa que bate el anterior de seis lanzamientos conseguido por este mismo cohete.

A bordo del RSS H.G. Wells viajaban en esta ocasión doce experimentos, ocho de ellos de la NASA. Algunos era la cuarta o la quinta vez que volaban con distintos ajustes. Volar un experimento en repetidas ocasiones es una de las ventajas del New Shepard según Blue Origin. En total la empresa ha enviado al espacio y traído de vuelta más de 100 cargas de pago en diez vuelos sucesivos. También iban a bordo decenas de miles de tarjetas postales de estudiantes de todo el mundo.

Lanzamiento - Blue Origin
Lanzamiento - Blue Origin

La gran novedad en este lanzamiento es que dos de los instrumentos iban montados en el cohete propiamente dicho en lugar de en el interior de la cápsula. Estaban montados en la aleta con forma de anillo que va en la parte superior del cohete que además de su función aerodinámica también es el punto de acoplamiento de la cápsula. Eran un LIDAR de navegación –como un radar que funciona con rayos láser– y una cámara de seguimiento del terreno que la NASA espera utilizar en el futuro para garantizar aterrizajes con una precisión de 100 metros en la Luna. En un futuro vuelo probarán además otro LIDAR diseñado para detectar obstáculos. Estas pruebas no sólo beneficiarán a la NASA sino también a la propia Blue Origin; no hay que olvidar que está dentro de uno de los grupos de empresas a los que la agencia ha encargado el diseño de un aterrizador lunar tripulado para el programa Artemisa.

El cohete, por su parte, llevaba en su parte inferior un recubrimiento de un material que la empresa está evaluando para el escudo de protección térmica del New Glenn, el cohete orbital en el que están trabajando.

Tras separarse del cohete a unos 75 kilómetros de altitud la cápsula alcanzó un máximo de 106 kilómetros sobre el nivel del mar, lo que la puso más allá del tradicional límite del espacio. Y es que en Blue Origin aún respetan la línea de Kármán. No como otros.

Aterrizaje de la cápsula - Blue Origin
Aterrizaje de la cápsula - Blue Origin

Durante la retransmisión de la misión dijeron que aún quedan un par de vuelos de prueba más antes de lanzar la primera misión tripulada, lo que ocurrirá a bordo del RSS First Step. Serán tanto vuelos de turismo espacial como vuelos en los que se «acerá la cencia» con experimentos que necesiten intervención humana para su ejecución. En lo alto de la parábola experimentarán de tres a cuatro minutos de caída libre.

Así que sigue la carrera no oficial con Virgin Galactic a ver quién envía los primeros turistas al espacio. Yo, si tuviera que apostar, lo haría por Blue Origin. Empezaron más tarde en la carrera y usan un diseño más tradicional en sus naves pero avanzan sin prisa pero sin pausa, al contrario de Virgin que va como a trompicones. Gradatim ferociter, como dice el lema de la empresa.

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