Por @Wicho — 31 de mayo de 2019

Aterrizaje del Altantis tras la misión STS-125
Aterrizaje del Altantis tras la misión STS-125 – NASA

Hace unos días se cumplían diez años del final de la cuarta y última misión de mantenimiento del telescopio espacial Hubble. Durante ella la tripulación del Atlantis instaló nuevas cámaras en el telescopio, reparó otras, y también instaló nuevos giroscopios, baterías y sensores de guiado.

Con ello el Hubble quedaba mejor que nuevo y la esperanza era que pudiera seguir en funcionamiento al menos cinco años más mientras se lanzaba el telescopio espacial James Webb.

Aohn Grunsfeld y Andrew Feustel durante el quinto paseo espacial de la misión
John Grunsfeld y Andrew Feustel durante el quinto paseo espacial de la misión – NASA

Michael Good y Mike Massimino durante el cuarto paseo espacial de la misión
Michael Good y Mike Massimino durante el cuarto paseo espacial de la misión – NASA

Afortunadamente los nuevos componentes y la estructura base del Hubble han demostrado ser más resistentes de lo previsto y aunque algunos componentes muestran achaques debido a su edad el telescopio sigue en funcionamiento diez años después. De hecho sigue habiendo una enorme cola de observaciones solicitadas por científicos de todo el mundo.

Afortunadamente no sólo porque el Hubble sigue «aciendo la cencia» sino porque el James Webb sigue acumulando retrasos y retrasos y ahora no se espera que sea lanzado antes de marzo de 2021.

Además el Webb, que es un telescopio de infrarrojos, no sustituye directamente al Hubble, que también trabaja en el visible, así que cuanto más dure el Hubble, lanzado en abril de 1990 y uno de los mayores éxitos de la Agencia Espacial Europea y la NASA a pesar de haber nacido miope, mejor.

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