Esta foto de larga exposición recoge el despegue de la cápsula de carga Dragon SpX–9 y el aterrizaje de la primera etapa del cohete que la lanzó – SpaceX
La Estación Espacial Internacional necesita unas 14 toneladas de suministros cada seis meses para funcionar, suministros que llegan a ella gracias a una flotilla de naves de carga que se lanzan periódicamente.
No suele pasar, de todos modos, que coincidan dos a la vez en el espacio tumbo a la Estación, pero eso es exactamente lo que sucede ahora mismo con el lanzamiento en la noche del 17 al 18 de julio de 2016 de una cápsula Dragon de SpaceX.
Se trata de la Dragon SpX-9, que sigue los pasos de la Progress MS-03 rusa lanzada a las 21:41:45 UTC del sábado 16.
La Progress MS–03 en su cohete lanzador – Roscosmos
La Progress MS–03 a punto de ser encapsulada en su cofia protectora – Roscosmos
El de la Progress MS-03 es el lanzamiento número 155 de una cápsula de carga de este tipo desde que entrara en servicio en 1978, aunque las Progress ha ido siendo sometidas a mejoras en todo este tiempo, con lo que en realidad este es el tercer lanzamiento de una de la serie MS, la más moderna por el momento.
Lleva a bordo 2400 kilogramos de carga que incluyen 705 kilos de combustible, 50 kilos de oxígeno y aire, 420 kilos de agua y 1440 kilos de piezas de repuesto, material para experimentos, y comida y suministros para los seis tripulantes de la EEI, entre otras cosas.
Interior de la Dragon SpX–9 – NASA
Si todo va según lo previsto se acoplará automáticamente en el módulo Pirs de la Estación a las 0:22 UTC del martes 19. Una vez allí los tripulantes de la EEI sacarán de él la carga útil para luego sustituirla por materiales de desecho que se desintegrarán en la atmósfera junto con la cápsula en una reentrada controlada al fin de la misión.
La Dragon SpX-9, por su parte, despegó a las 4:45 UTC del lunes 18 de julio con 2257 kilos de carga que además de suministros para la tripulación incluyen 930 kilos de material para experimentos que incluyen un secuenciador de ADN, con lo que ya no será necesario enviar de vuelta a tierra las muestras biológicas que requieran ese tipo de análisis. En su «maletero» no presurizado viaja el International Docking Adapter 2, un adaptador que convertirá los puertos del módulo Harmony en los que atracaban los transbordadores espaciales en el que usarán las naves comerciales tripuladas como la Dragon V2 y la Starliner de Boeing.
Los adaptadores IDA se convertirán en el estándar a utilizar por los constructores de naves espaciales – NASA
El IDA 2 durante su carga en la Dragon – SpaceX
Está previsto que llegue a la posición de captura que permite que el brazo robot de la Estación la agarre y la acople a la Estación a las 11 UTC del miércoles 20.
A diferencia de la Progress la Dragon está diseñada para volver de una pieza a tierra, con lo que los tripulantes de la EEI cambiarán su carga por materiales que hay que devolver para su análisis.
Un objetivo secundario del lanzamiento de la Dragon SpX-9 era la recuperación de la primera etapa del cohete que la puso en órbita, algo que SpaceX consiguió al hacerlo aterrizar en la plataforma LZ–1 de Cabo Cañaveral unos minutos después del lanzamiento.
Aterrizaje tras el lanzamiento de la Dragon 9
Con esto SpaceX tiene ya cinco primeras etapas recuperadas tras otros tantos lanzamientos, aunque aún tiene que volver a reutilizar una, una parte fundamental de su modelo de negocio, que aspira a reducir el coste de los lanzamientos espaciales precisamente gracias a la recuperación de las primeras etapas de los cohetes.
Parece ser que está en negociaciones con sus clientes para que esto se produzca en el otoño de 2016, aunque aún no hay ni fecha confirmada ni se sabe cual será la carga útil del lanzamiento.