Por @Wicho — 31 de agosto de 2017

Colgando de un helicóptero

Un helicóptero 234-UT, la versión civil del Chinook, se llevó a la unidad de desarrollo de la nave espacial Dream Chaser a hacer un vuelo cautivo de una hora y cuarenta minutos en el que se comprobó el funcionamiento de sus sistemas de guiado y de las superficies de control a distintas velocidades.

La prueba terminó cuando el helicóptero volvió a depositar la Dream Chaser en el suelo una vez que ésta desplegó su tren de aterrizaje sin problemas, a diferencia del primer –y único– vuelo libre de la nave en 2013, cuando la pata izquierda del tren no se desplegó correctamente y esto hizo que diera unas cuantas vueltas de campana al aterrizar. Aunque en este caso se hizo cierto aquello de que no hay mal que por bien no venga y ese accidente sirvió para comprobar que todos los sistemas de a bordo sobrevivieron intactos, así como la cabina de pasajeros.

Si el análisis de los datos de este primer vuelo cautivo de 2017 corrobora que la nave mantuvo en todo momento el control de lo que estaba haciendo habrá un segundo vuelo cautivo un poco más al límite, y si éste vuelve a ir bien la Dream Chaser volverá a volar sola a mediados o finales de septiembre. En este vuelo libre el objetivo es que, una vez soltada por el helicóptero, sea capaz de alinearse con la pista y aterrizar.

El objetivo final es conseguir que el primer lanzamiento real de una Dream Chaser de carga rumbo a la Estación Espacial Internacional se produzca en 2019.

Dream Chaser Cargo System en la EEI
Impresión artística de la Dream Chaser Cargo System atracada en la EEI

(Vía Spaceflight 101).

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