Por @Wicho — 23 de mayo de 2023


Impresión artística del aterrizador lunar de National Team 2 sobre la superficie de la Luna – NASA

Cuando en abril de 2021 la NASA adjudicó a SpaceX la construcción de un aterrizador lunar para el programa Artemisa alegó que sólo tenía dinero para contratar una empresa para hacerlo. A National Team, el equipo liderado por Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, el de Amazon, para cosas del espacio, esto le pareció fatal y acudió a los tribunales. Pero los tribunales le dieron la razón a la agencia y Jeff Bezos se quedó con un palmo de narices. O no.

Porque sin embargo la NASA pidió más dinero al congreso para poder encargar la fabricación de otro aterrizador distinto, dinero que consiguió. Así que sacó a concurso el tema de nuevo –excluyendo expresamente a SpaceX– y para sorpresa de nadie ha sido National Team 2 quien se ha llevado la adjudicación. Son 3.400 millones de dólares a precio cerrado. Si se pasan de presupuesto será la empresa la que tenga que asumir cualquier sobrecoste.

National Team 2 está formado por Blue Origin junto con Lockheed Martin, Boeing, Draper, Astrobotic y Honeybee Robotics; National Team estaba formado por Blue Origin, Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper.

Su aterrizador tendrá que estar listo para ser utilizado en la misión Artemisa V, teóricamente en 2029, aunque yo creo que ya ni en la NASA se creen esas fechas. Antes tendrá que hacer una misión de demostración no tripulada.

Según la agencia para Artemisa V, «el cohete SLS (Space Launch System) de la NASA lanzará cuatro astronautas a la órbita lunar a bordo de la nave Orión. Una vez que Orión se acople a Gateway, dos astronautas se transferirán al sistema de aterrizaje humano de Blue Origin para realizar un viaje de aproximadamente una semana a la región del Polo Sur de la Luna, donde llevarán a cabo actividades científicas y de exploración.»

Dicen también que así, al tener dos aterrizadores distintos, se aseguran un programa más robusto… aunque no dicen nada de que dependen exclusivamente del SLS y la Orión para lanzar las tripulaciones.

Mientras llega el aterrizador de Blue Origin la agencia utilizará el aterrizador de SpaceX para Artemisa III, que es la misión en la que se supone que volveremos a pisar la Luna más de 50 años después de haberla dejado; y una versión mejorada de ese aterrizador para Artemisa IV. SpaceX dispondrá de 1150 millones de dólares adicionales para las mejoras, que se suman a los tres mil millones de la primera adjudicación.

No han dado muchos detalles acerca de la arquitectura que dará soporte al aterrizador, aunque es de suponer que será lanzado por el New Glenn, que aún no está en servicio. Pero no sabemos cuántos lanzamientos serán necesarios para ponerlo primero en órbita terrestre y luego enviarlo hacia la Luna.

Lo que Blue Origin sí ha dicho es que usará hidrógeno y oxígeno líquidos como propelentes, lo que es una opción bastante novedosa. Con la que veremos si no se pillan los dedos. Que para 2029 no falta nada en términos aeroespaciales.

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