Por @Wicho — 5 de octubre de 2017

ESA Solar Orbiter

La Agencia Espacial Europea está haciendo las últimas comprobaciones de la Solar Orbiter, la sonda que tiene previsto enviar rumbo al Sol en octubre de 2018.

El objetivo de la misión es estudiar cómo el Sol genera y «controla» la heliosfera, esa enorme burbuja de partículas que flotan alrededor de él y que el viento solar lanza hacia el sistema solar.

Para ello lleva a bordo diez instrumentos diseñados para observar la superficie del Sol y estudiar los cambios que se producen en el viento solar.

Instrumentos de la ESA Solar Orbiter

Su órbita será altamente elíptica, llegando a acercarse a sólo 0,28 unidades astronómicas del Sol –ni siquiera Mercurio está tan cerca de él– aunque también se alejará hasta 0,9 UA, que es casi la distancia de la Tierra al Sol, que es precisamente una UA.

Llegará a su órbita operativa tres años y medio después de su lanzamiento, tras utilizar asistencias gravitatorias de la Tierra y Venus para modificar su trayectoria. Otra serie de asistencias gravitatorias de Venus permitirán ir aumentando la inclinación de su órbita con respecto al ecuador solar hasta alcanzar 25º al final de los siete años previstos inicialmente para la misión. Aunque si la sonda sigue funcionando llegará hasta los 34º en una eventual misión extendida.

Ocho de los instrumentos de a bordo son de la ESA; los otros dos los proporciona la NASA, que también se apresta a lanzar su propia sonda con destino al Sol, la Parker Solar Probe, que está pensada para entrar en la atmósfera del Sol.

La misión está en Twitter como @SolarOrbiter… aunque está un poco callada.

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